Un año más en División de Honor

El Pines Balonmano Badajoz consiguió imponerse por un contundente 29-20 al Balonmano Barakaldo, para recuperar de nuevo el ánimo y la séptima plaza de la clasificación, además de certificar una realidad más que evidente desde el inicio del campeonato: salvar la categoría por sus méritos deportivos y volverá a disputar la temporada que viene el Campeonato de División de Honor Plata.

En cuanto tomaron ventaja, los jugadores del Pines se conjuraron para no dejar escapar el mando del partido. Al descanso se llegó con 13-10, y en la misma dinámica comenzó la segunda parte, de nuevo con otro parcial, esta vez de 5-0, que terminó de enterrar las opciones de victoria del equipo vasco. Tras ver el inicio de la segunda parte, de claro color local, la única incógnita relevante fue la diferencia final, que se quedó en esos nueve goles a favor del Pines. Hasta ese momento, Jon Ortuondo estuvo bastante acertado dirigiendo los ataques del Barakaldo y Mendiola tomó responsabilidad en el lanzamiento exterior. En el resto de facetas ofensivas, como las penetraciones o la búsqueda de jugadores de segunda línea, Barakaldo no pudo brillar, siendo frenado con solvencia por la defensa del Pines, que volvió a estar a gran nivel, concediendo únicamente diez goles en cada parte a su rival.

Por parte pacense jugaron prácticamente todos, pero cabe destacar el habitual buen hacer de Matías Schulz bajo los palos, el acertado trabajo de Álvaro Polo como central, la efectividad de David Jiménez tanto en contragolpes como en lanzamientos de siete metros y el oficio de un veterano como Fernando Hernández, que supo asistir a sus compañeros en detrimento de sus números personales, robó bastantes balones provocando errores de los rivales y en definitiva dio un recital de trabajo para el equipo.

El juego colectivo del Pines Badajoz salió a relucir, especialmente en ataque, donde la consistencia de sus acciones no concedió ninguna posibilidad de remontada al Barakaldo.