Joaquín Achúcarro: músculo y emoción

«Mientras hay asombro hay vida y música». Lo asegura el vitalista y genial Joaquín Achúcarro (Bilbao, 1932). A punto de cumplir ochenta años, está dispuesto a seguir en la brecha en pos de la excelencia. Y es que este grande del piano con seis décadas frente a las teclas, sigue sorprendiendo y sorprendiéndose en sus interpretaciones de Brahms, Chopin, Rachmáninov o Falla. Achúcarro hizo un hueco en su sobrecargada agenda para presentar una grabación memorable, el DVD con su interpretación de 'Noches en los jardines de España' de Manuel de Falla. La tocó con la Filarmónica de Berlín y su director principal, sir Simon Rattle, a la batuta, para un disco que incluye el recital 'Falla and friends', que ofreció el 8 de octubre de 2010 en Teatro Real.

«Falla es el alcaloide de la música española», aseguró un Achúcarro agradecido por «la suerte de poder grabar junto a Rattle y la que es, probablemente, la primera orquesta del mundo, una obra maestra que lleva dentro a Ravel, Wagner y España, y que es modal y tonal al mismo tiempo». «En España sabemos desde 1916 que es una obra maestra, pero en el mundo aún se sorprenden de su belleza. Falla es realmente universal y fue reconocido por Ravel, Satie, Ducas o Debussy como uno de los suyos. He tocado casi 300 veces estas 'noches ' y cada vez me gusta más», explicó risueño el pianista. Achúcarro monta en bicicleta y nada «para tener el músculo que exige el tercer concierto de Rachmáninov y poder tocarlo cuando cumpla los ochenta». Complementa la actividad física «con la emoción y la sensibilidad que exige Chopin». Su clave para seguir adelante es alternar ese músculo con la técnica, la emoción y, sobre todo, disfrutar del asombro.