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ÁNGELA PÉREZ
Jueves, 29 de septiembre 2011, 02:08
Empezar el curso con un tartazo en la cara. Para la mayoría de los nuevos estudiantes se trata de un buen comienzo, un bautismo para la entrada en la Universidad de Extremadura. Desde el inicio del curso, cientos de universitarios entran las clases de sus novatos, los sacan a la calle, les pintan la cara, les atan unos a otros y se los llevan de paseo por toda la ciudad vestidos con bolsa de basuras o cualquier otra indumentaria que consideren apropiada.
«Vamos a sacarlos de caminata para que les conozca la gente, se conozcan entre ellos, también los conozcamos nosotros y vean la ciudad. Que descubran lo que se hace y se vayan acostumbrando para cuando les toque a ellos», explica Alejandro Ardila, veterano de Administración y Dirección de Empresas. «Cuando llegan a la carrera cada uno se va con su grupito. Gracias a las novatadas se van conociendo entre ellos y pierden la vergüenza. En realidad, a mí, cuando me las hicieron, me gustó, es lo que más me ha gustado de la carrera», asegura el veterano Alejandro Velardo, veterano de Económicas.
Es cierto. Los novatos lucían ayer por la mañana orgullosos sus 'N' mayúsculas bien marcadas en la frente y entre risas iban superando las pruebas que sus veteranos le imponían a voz de micrófono. «Me han sacado de la universidad, me han pintado la cara, me han untado con nata y plátanos, he tenido que darle picos a alguna compañera, estamos pidiendo limosnas y ahora me toca anunciar una fiesta universitaria por toda la ciudad. ¡Quiero novatadas todo el año!», declara Alfonso de la Morena, novato de ADE.
Prohibido en el campus
Aún así, el Vicerrector de Estudiantes y Empleo de la UEX, Ciro Pérez Giraldo, ha expresado, mediante correos electrónicos a los estudiantes, su «completa disconformidad con esta práctica» y ha recordado «que las novatadas están prohibidas en el campus». Además, en dicho escrito, anima a denunciar a los estudiantes que se hayan sentido agredidos, humillados o que hayan sufrido alguna práctica que genere inquietud en su derecho a la libre asistencia a clase.
Ya hace unos diez años que se prohibió llevar a cabo las novatadas dentro del ámbito del campus. Por este motivo, los veteranos han decidido trasladar sus actividades al resto de barrios, los preferidos son Valdepasillas y la zona Centro. Allí, hasta mediados de octubre, los novatos se dedicarán a bailar, cantar, ofrecer abrazos, besos, a parar a los vehículos en los pasos de peatones y a dejarse dar tartazos a cambio de propinas con las que esperan recopilar dinero para la celebración de su fiesta del novato, organiza en cada carrera. «Nosotros seguiremos con las novatadas hasta el día 13, que es la fiesta. Ese día haremos 'la pringá' donde untaremos con huevos, harina, cola cao y cualquier cosa que se nos ocurra a los novatos para que se diviertan y, por supuesto, para fastidiarlos una mijina», indica Marta Gallardo, veterana de ADE.
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