La Junta cierra filas ante las acusaciones de enchufismo

Están contratados por su profesionalidad y por la confianza que en ellos se tiene. Así explica el consejero de Administración Pública, Pedro Tomás Nevado-Batalla, la política de selección de personal eventual y de libre designación practicada por el gobierno de José Antonio Monago, y que ha sido criticada por el PSOE debido al enchufe de varios familiares de altos cargos.

Ante la escalada de acusaciones de uno y otro lado -el portavoz parlamentario del PP Luis Hernández Carrón acusó también a Fernández Vara de tener familiares colocados- la Junta convocó ayer por la tarde a sus eventuales en la Presidencia como demostración de fuerza.

El consejero Nevado-Batalla compareció ante los periodistas acompañado de medio centenar de personas, la mayoría de ellas eventuales y cargos de confianza, aunque también se sumaron altos cargos como el secretario general de Educación, César Díez Solís, o el gerente del Servicio Extremeño de Salud, Albino Navarro.

Definió el consejero las acusaciones socialistas como una agresión a la que el Ejecutivo regional no había querido responder hasta que ha llegado a un nivel insostenible.

Las personas seleccionadas para estos cargos de confianza lo han sido porque poseen una profesionalidad suficientemente demostrada, según Nevado-Batalla, además de la confianza que los actuales responsables de la Administración regional tienen en ellas. La única motivación de estos empleados es el compromiso con Extremadura y el trabajar diariamente para solucionar los problemas de los extremeños, «y lo demás son especulaciones».

Personas, añade el consejero de Administración Pública, que han visto reducidos sus sueldos y hacen jornadas laborales que en algunas ocasiones van desde las ocho de la mañana a las once de la noche.

En su opinión estas denuncias son fruto del frío que el Partido Socialista sufre en la oposición tras haber perdido las elecciones, y ante esa «infelicidad y frustración política ha decidido calentarse» con una hoguera en la que no le importa que arda el prestigio de la Administración y de las instituciones, y esto último es la consecuencia más grave que detecta Nevado-Batalla, que se siembra una desconfianza por parte del ciudadano que es pésima para que Extremadura solucione los grandes problemas que tiene. Se trata según sus palabras de «un juego maldito». La actual Administración autonómica, aunque no estaba obligada, ha respetado en sus puestos a personas que procedían de la anterior, asegura Nevado-Batalla.

Los enchufes de Vara

El portavoz del Grupo Popular en la Asamblea, Luis Hernández Carrón, aseguró ayer que Fernández Vara tiene familia «enchufada» durante su mandato, como un primo político subdirector en el Hospital Infanta Cristina de Badajoz, en el que no entró mediante sistema de oposición sino a través de un contrato mercantil. El pasado 30 de junio, cuando ya había perdido las elecciones el PSOE, «se le amplió el contrato a este subdirector».

Vara respondió que es falso que su primo sea subdirector del hospital Infanta Cristina. «Es sobrino de mi suegra y me enteré de su nombramiento un año después».

Carrón habla también de una sobrina de Vara que estaría trabajando en el Centro de Inseminación y Reproducción Animal (Censyra) contratada por la empresa pública GPEx. Vara dijo haberse enterado ayer de que su sobrina trabaja en ese centro, y que en cualquier caso esa contratación no se corresponde con ningún cargo de personal eventual. Añadió que el PP «sigue sin dar un solo nombre de alto cargo, personal eventual o jefe de servicio» nombrado por su ejecutivo que fuera familiar de algún miembro del Consejo de Gobierno o alto cargo de la Administración regional.

Por otro lado Fernando Manzano, presidente de la Asamblea, declaró ayer que su chófer, que es su primo, trabajaba antes de camionero y ahora va a ganar con él menos dinero.