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C. J. VINAGRE
Martes, 25 de octubre 2011, 03:44
El conflicto entre el alcalde de Calamonte, Salvador Álvarez (PP) y buena parte de la Policía Local de la localidad se reactiva. Álvarez ha abierto expediente a cuatro agentes por «no cumplir con su trabajo» a raíz de un altercado entre el público asistente a un Pleno y una concejala de su formación. Con anterioridad, el Ayuntamiento abrió otro expediente a un municipal que, fuera de servicio, acudió a una sesión plenaria con su arma de trabajo.
La 'guerra' entre Álvarez y la plantilla de la Policía Local, compuesta por once miembros, viene de la anterior legislatura. Los agentes denunciaron al alcalde ante la Fiscalía de Tráfico acusándolo de negarse a tramitar multas y a retirar puntos. Y, además, decían que, cuando se cobraban multas, se hacía de forma arbitraria en función de simpatía o antipatía con el vecino multado. Aún no se ha celebrado el juicio. La Fiscalía pide que se condene por prevaricación a Álvarez y se le inhabilite nueve años y seis meses para el desempeño de empleo y cargo público.
El nuevo roce entre la Alcaldía y los municipales viene a raíz del desarrollo de un Pleno «que estuvo algo calentito», dice Álvarez, en referencia a la intervención del público. Al concluir la sesión, el alcalde calamonteño asegura que una persona profirió insultos a una edil de su partido a la vez que le dio un manotazo en el brazo. «Sintió miedo, pidió ayuda a un agente de la Policía Local y no se actuó con diligencia», indica Álvarez.
Diferencias
Por este motivo, se ha decidido abrir expediente al agente en cuestión. Otro expedientado lo fue porque el alcalde le pidió un informe más completo del incidente y la actuación policial y éste le dijo que no iba a hacer ninguno más porque con el primero era suficiente. Igualmente existen otros dos policías expedientados por no cumplir genéricamente con su trabajo, lo que en último extremo «puede significar que el alcalde está haciendo dejación de mis funciones y eso no puede ser».
Salvador Álvarez recalca que no entiende «por qué se ha levantado tanto revuelo» y recuerda que en ocasiones anteriores se han abierto expedientes que han concluido sin sanción a los municipales.
UGT pide una reunión con el primer edil calamonteño «para ver si existe alguna posibilidad de mejorar esta situación, que perjudica tanto a los trabajadores como al Ayuntamiento y por supuesto a los vecinos. La petición de entrevista fue registrada el 5 de octubre y no se ha tenido respuesta. «Entendemos que el alcalde no quiere mantener la reunión», dice UGT, quien ha convocado a una concentración de protesta mañana, a las once, en la plaza de España.
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