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M. BALÍN
Sábado, 26 de noviembre 2011, 01:02
El 'número dos' del Banco Santander, Alfredo Sáenz, seguirá en el puesto después de que el Gobierno en funciones le concediera ayer el indulto por la condena que le impuso el Tribunal Supremo por acusación falsa cuando presidía Banesto. La medida de gracia transforma la pena de tres meses de arresto e inhabilitación por una multa de hasta 3.000 euros. De esta forma, Sáenz seguirá cumpliendo los requisitos de «honorabilidad» que exige el Banco de España para los ejecutivos del sector financiero. En una escueta nota, la entidad bancaria se congratuló por la decisión del Ejecutivo. Sin embargo, la medida también ha levantado ampollas. El PP se ha quejado de que no estaba al tanto de la propuesta y las asociaciones judiciales han pedido una explicación al Gobierno.
La concesión del indulto partió del Ministerio de Justicia y fue aprobada por el Consejo de Ministros. El departamento que dirige Francisco Caamaño decidió «indultar parcialmente» a Sáenz, al abogado Rafael Jiménez de Parga y al exdirectivo de Banesto Miguel Ángel Calama, estos dos últimos también condenados por acusación falsa, porque los hechos denunciados se produjeron «hace 17 años», en 1994.
Pese a que la nota de Justicia no añade ningún otro argumento, fuentes del ministerio señalaron que en la concesión del indulto se ha calibrado el tiempo transcurrido, la pena menor impuesta por el Supremo y la grave consecuencia que hubiera supuesto para Sáenz la inhabilitación de tres meses, pues habría tenido que abandonar la entidad bancaria por ser incompatible con la petición de «honorabilidad» que exige el Banco de España.
La fórmula elegida por Justicia ha sido el indulto parcial, que supone conmutar el arresto y la suspensión temporal por una pena de multa, que iría de 600 a 3.000 euros, según el Código Penal de la época. Esto no supone la anulación de toda la condena, sino de parte de ella, por lo que Sáenz seguirá teniendo antecedentes y quizá el Banco de España se tenga que pronunciar sobre la nueva situación procesal del bancario. La otra opción, el indulto total, hubiera supuesto la remisión de todas las penas.
Precisamente, la Fiscalía del Supremo envió un informe no vinculante al Gobierno sobre la petición del indulto de Sáenz. El Ministerio Público apoyaba el perdón de la inhabilitación pero no la pena principal de tres meses de arresto. Por su parte, el Supremo también remitió un escrito al Ejecutivo en el que rechazó la medida de gracia porque «no apreciaba razones de justicia o equidad». Era razonable esta posición porque fue el alto tribunal quien confirmó la condena a Sáenz, Jiménez de Parga y Calama por acusación falsa, después de que Banesto presentara una querella contra tres empresarios deudores que luego resultó ser incierta, según la Audiencia de Barcelona. Los tres hombres de negocios fueron encarcelados injustamente por el juez Pascual Estevill, posteriormente condenado por prevaricación.
En un comunicado oficial, el Banco Santander se limitó a mostrarse satisfecho con la decisión del Gobierno, que va a permitir la continuidad del primer ejecutivo del grupo en el cargo y que su salida se produzca cuando los administradores y accionistas de la sociedad lo consideren oportuno. La Asociación Española de Banca también la consideró «un acierto» y aseguró que Sáenz «es la persona que más ha contribuido a la estabilidad y progreso del sistema financiero español en los últimos años».
El primer ejecutivo del grupo bancario es de los directivos mejor pagados de España -en 2010 cobró 9,2 millones de euros- y ha desarrollado una larga carrera en el sector. Nacido en Bilbao hace 69 años, entró en la banca de la mano del histórico Pedro Toledo y tiene en su haber el reflotamiento de dos entidades: Banca Catalana, intervenida por el Banco de España en 1982, y Banesto, de la que el instituto emisor había desplazado a Mario Conde por irregularidades. Sáenz recibió el encargo de sanear esta última institución, adquirida finalmente por el Santander.
La condena a Sáenz llegó 17 años después de los hechos y en un momento nada oportuno para prescindir del alto directivo. Aunque el presidente Emilio Botín ha reiterado que no le ha pasado por la cabeza pensar en su retirada, los relevos en el liderazgo del grupo se han complicado porque el fichaje por Lloyds Group de Antonio Horta-Osorio, uno de los candidatos a ascender en el escalafón, forzó el desplazamiento de Ana Patricia Botín al Reino Unido para cubrir la vacante.
El Gobierno aprobó el indulto cuando se encuentra en funciones, en uno de los últimos consejos de ministros y una vez celebradas las elecciones. En medios bancarios se esperaba en este intervalo.
Vara, perplejo
El secretario general de los socialistas extremeños, Guillermo Fernández Vara, se mostró ayer «perplejo» por el indulto del Gobierno al banquero Alfredo Sáenz, que dice no poder entender «bajo ningún concepto». Vara se expresó en estos términos en su cuenta personal en Twitter, después de conocer el indulto. «Manifiesto mi perplejidad por el indulto del Gobierno a Alfredo Sáenz. Hay cosas que uno no puede callar», dice Fernández Vara.
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