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J. LÓPEZ-LAGO
Miércoles, 25 de enero 2012, 09:34
A ojos de los geólogos, una superficie baldía situada entre los municipios cacereños de Portezuelo, Pedroso de Acim, Torrejoncillo, Casas de Millán y Cañaveral podría contener toneladas de estaño, un metal plateado y maleable de existencia limitada en el mundo que sirve para fabricar componentes electrónicos. A ojos de los extremeños, reabrir y ampliar una antigua mina que cerró en 1985 podría ser ahora un valioso yacimiento, pero de empleo.
Los expertos de la multinacional canadiense Eurotin fijaron su mirada en esta zona cacereña y empezaron a sondear el subsuelo en junio de 2011. En este periodo previo la inversión podría alcanzar los cinco millones de euros, según informó ayer la Junta de Extremadura.
Quedan 18 meses de investigación y, de confirmarse la abundancia de este recurso subterráneo, la intención es invertir allí 90 millones y montar una mina que podría generar entre setecientos y mil puestos de trabajo cuando la mina esté a pleno rendimiento.
Eurotin, que cotiza en la Bolsa de Toronto, ha creado Minas de Estaño de Extremadura S. L. para hacer crecer su negocio en España, donde ya explota otro yacimiento de estaño en Fuenteovejuna (Córdoba). Por razones geológicas, la otra opción es la comunidad extremeña, donde ya ha obtenido los permisos para que diez personas realicen catas y confirmen que bajo el suelo hay abundantes reservas de estaño. Entre zanjas de cuatro metros de ancho y agujeros de 200 metros de profundidad en seis meses han perforado ya más de 4.000 metros y prevén superar los 20.000, trabajos previos que abarcan 7.000 hectáreas que podrían convertirse en una mina de estaño en una superficie final de entre 170 y 200 hectáreas a finales del año 2013.
Francisco Fimbres, consejero delegado de Minas de Estaño de Extremadura S. L., explica que la posterior construcción de una infraestructura modular para la mina se haría en tres etapas, por lo que la planta estaría culminada a lo largo del año 2016. Fimbres destaca el carácter sostenible de la actividad, «ya que se haría recircular el agua evitando así cualquier vertido».
Por otro lado, «el estaño se obtendría por gravedad, basándonos en que este metal pesa más que la arena y la tierra que se vaya extrayendo serviría para una restauración progresiva, esto es, para rellenar las fosas que genere la mina».
Tras las primeras muestras analizadas, el delegado de Eurotin en España es optimista, igual que el director general de Ordenación Industrial y Comercio del Ejecutivo regional, Miguel Córdoba, quien destacó ayer el buen acogimiento que ha tenido la iniciativa en la zona. Según explica, «los promotores ya han llegado a acuerdos con los seis propietarios afectados por los estudios». Y políticamente, tanto los alcaldes de los términos municipales cercanos como la oposición están encantados con el proyecto, afirma el representante de la Junta, que describe la zona como un lugar reforestado con alcornoques donde no han llegado a agarrar definitivamente los árboles precisamente por la abundancia de mineral que hay en el subsuelo.
Aquí es de mayor valor
Que la zona tiene estaño se sabía pues entre los años sesenta y 1985 se movieron 400.000 toneladas de tierra en una mina conocida como de Santa María. Se cerró porque el precio de este metal cayó estrepitosamente y dejó de ser rentable.
El mercado del estaño lo explotan hoy fundamentalmente Canadá, Australia y Estados Unidos. En las reuniones mantenidas entre el representante de la Junta y los de la multinacional canadiense, a Córdoba le han explicado que en la actualidad Eurotin está obteniendo estaño en Indonesia y Perú, pero prevén que el metal se agote allí como muy tarde en 2018, y suba de precio, de ahí la urgencia por encontrar nuevos yacimientos. «Además-añade- el estaño de aquí tiene una ley (valor) más alto, ya que permite obtener 500 gramos por tonelada en vez de entre 150 y 200, como obtienen ahora».
Si la opción extremeña se convierte en rentable y se hace la mina, hay incluso una tercera operación industrial que podría producirse en Extremadura, aunque este extremo es una hipótesis todavía lejana. Se trata de una fundición. Y es que el estaño extremeño no es metálico. sino óxido de estaño que hay que enviar a una fundición que no existe en España para obtener el producto final con destino a la industria electrónica. Si el volumen de mineral que generaran la mina de Córdoba y la de Cáceres fuera elevado, Eurotin no descarta esta posterior inversión en el futuro.
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