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ANA B. HERNÁNDEZ
Viernes, 20 de abril 2012, 11:32
No es un problema nuevo en la ciudad, pero no por eso ha perdido un ápice de importancia. Es, al menos, la opinión de la federación vecinal (Fepave). Su presidente, Jaime Collado, considera que hay una oleada de gamberrismo que alcanza a todos los barrios. Por eso, quiere plantear este problema en la reunión que la Junta Local de Seguridad mantendrá en Plasencia la próxima semana. Fepave no es miembro de este órgano pero participa habitualmente como entidad invitada.
«El vandalismo o el gamberrismo es un problema generalizado en toda la ciudad, porque afecta a todos los barrios, y es un problema considerable y a tener en cuenta por las molestias y perjuicios que genera a los vecinos, y los daños que causa a las arcas municipales en un mal momento económico», valora el presidente de la federación de asociaciones de vecinos de la ciudad. Según los datos que ofreció el edil de Obras, Blas Raimundo, en la pasada legislatura, los actos vandálicos cuestan más de 100.000 euros al año al Ayuntamiento.
Collado considera que la solución a este problema pasa por intensificar la vigilancia policial y que, por ello, la Junta Local de Seguridad es el órgano adecuado para debatir problema y soluciones. «Creemos que poner freno al vandalismo pasa por intensificar la presencia policial, porque entendemos que es lo que puede persuadir a los gamberros».
Desde la zona norte hasta la zona sur, pasando los parques infantiles, el paseo del río o la zona centro. Todos los barrios placentinos sufren el gamberrismo. En el parque de Valcorchero los vándalos han arrancado la valla que protegía el arenero; en el paseo del río, farolas y papeleras; monumentos, fachadas varias y elementos del mobiliario diversos lucen pintadas; sin olvidar bancos, lunas de escaparates, árboles, coches, juegos infantiles...
Parece que nada escapa a la acción de los vándalos y es habitual hacer recuento los lunes de los destrozos generados por los gamberros durante los fines de semana, casi siempre en horario de madrugada, como última acción 'divertida' antes del regreso a casa.
Los últimos actos vandálicos más llamativos se conocieron en la mañana del Domingo de Resurrección cuando vecinos del Cristo de las Batallas y de la Ronda del Salvador salieron de sus casas y se encontraron rotos los espejos retrovisores de sus coches. Los vándalos rompieron hasta una quincena de retrovisores entre las dos zonas y causaron daños en algunos más.
Según ha informado el Ayuntamiento, la Junta Local de Seguridad mantendrá una reunión la semana que viene y en ella analizará y valorará la situación de la seguridad ciudadana en el municipio y la evolución de los sucesos y problemas que afecten al desarrollo normal de la convivencia; se propondrán las prioridades de actuación, acciones conjuntas y campañas de prevención en seguridad vecinal y vial, y se reforzará la coordinación entre las diferentes Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Es en este encuentro en el que el presidente de la federación vecinal quiere plantear el problema del vandalismo en Plasencia y demandar más presencia policial en las calles para hacerle frente. Una medida que se debería conjugar con la colaboración ciudadana, como en más de una ocasión ha reclamado la policía. Un padre ha abonado recientemente 660 euros por los daños causados por su hijo al mobiliario público. Fue posible porque la policía cazó e identificó a los vándalos y lo hizo gracias a la llamada de un vecino. Esta colaboración ciudadana es crucial para que las acciones de los gamberros tengan consecuencias.
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