

Secciones
Servicios
Destacamos
P. A.
Sábado, 21 de abril 2012, 04:23
Ecologistas en Acción se ha propuesto devolver al mastín el puesto que le corresponde: ser el perro por excelencia a la hora de cuidar rebaños. La desaparición del lobo lo fue relegando a un segundo plano, hasta el punto de que los pastores empezaron a sustituirlo por pastores alemanes o boxer, más pequeños y que muchas veces no pueden siquiera hacer frente a los ataques de los perros cimarrones.
Lo que está haciendo la asociación para recuperar la importancia que le corresponde a esta raza es regalar cachorros gratis a los pastores que los solicitan. Tienen un mastín puro que cruzan con perras de la misma categoría y reparten las camadas, al tiempo que piden a quienes tienen también estos canes en sus fincas que no se deshagan de los cachorros sino que los regalen para ir devolviéndoles a una naturaleza en la que puedan seguir desempeñando su papel de vigías insuperables de los rebaños.
El proyecto se está desarrollando en la mancomunidad de Trasierra- Tierras del Granadilla y está teniendo una estupenda acogida por parte de ganaderos de toda la comunidad autónoma que se han puesto en contacto con sus promotores para solicitar cachorros.
«Nos han llamado de un montón de sitios, tanto de Cáceres como de Badajoz», asegura Carlos Pino, coordinador de Naturaleza de la asociación, quien apunta que necesitan que les lleven perras mastines para poder agilizar los cruces e ir dando salida a la demanda. Quieren también que se les sumen ganaderos de la zona de Monfragüe, zona histórica de cañadas y trashumancia. Las ventajas del mastín frente a otras razas a la hora de cuidar el ganado son todas, dice Pino.
«Este perro tiene unas pautas de comportamiento adquiridas durante siglos, no hay que enseñarles. De hecho, no acompañan al pastor sino al rebaño, hasta el punto de que si un animal pare se quedan con él, limpian y protegen al recién nacido; se les puede ver tendidos junto al ganado y se mueven cuando hay algún inconveniente para los animales». Pino cuenta también que son perfectos para hacer frente a los ataques de cimarrones o meloncillos, que no faltan en el campo extremeño, porque les doblan en tamaño y potencia.
Por el momento no hay riesgo de que el mastín se extinga porque hay criadores dedicados a perpetuar ejemplares con pedigrí. Lo que ocurre es que su precio es elevado para los ganaderos. Por eso, desde Granadilla han decidido regalarlos para recuperar con ello parte del patrimonio natural extremeño.
«Es un aliado de la economía doméstica y debe convertirse en un referente cultural del que sentirnos orgullosos», dice Pino.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Los ríos Adaja y Cega, en nivel rojo a su paso por Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.