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J. R. ALONSO DE LA TORRE
Domingo, 2 de septiembre 2012, 02:31
La estación de Vilar Formoso es preciosa y Kristiane Pereira es brasileña. El edificio de la estación fronteriza está decorado con azulejos muy bellos y Kristiane apoya su espalda sobre un grabado azulón de la catedral de Guarda mientras espera el paso del Lusitania Exprés. Es 16 de enero de 2012. El expreso Madrid-Lisboa pasaba desde 1882 hasta ayer por Cáceres. Desde esta noche, el Lusitania circula por Salamanca.
Hace 24 horas, estábamos en la estación de Cáceres. Era 15 de agosto del año 2012. Otra fecha negra en la historia del ferrocarril cacereño. En 1985 desaparecía el mítico tren TER Ruta de la Plata. En 1995 dejaba de circular el épico talgo Luis de Camoens. Esa noche decíamos adiós al lírico Lusitania Exprés.
En el Alentejo, a la vía que une Lisboa con Madrid a través de Torre das Vargens y Valencia de Alcántara siempre se la ha conocido como la línea de Cáceres. Por ella ha circulado desde 1882 el expreso de Madrisd a Lisboa, el tren que utilizaba la familia real española para sus viajes desde el exilio en Estoril durante la dictadura de Franco, el tren que ha inspirado canciones a los grupos Coup de Soup y El Consorcio, el tren cuyo chacachá reafirmaba la armonía de lo doméstico: si lo escuchabas en las madrugadas de insomnio cacereñas, significaba que todo seguía en su sitio y te podías ir a dormir tranquilo.
Lo cierto es que Portugal siempre ha preferido relacionarse internacionalmente a través de Salamanca. La línea cacereña es históricamente deficitaria. En 1969, con la intención de promover los viajes entre Lisboa y Madrid en el TER que pasaba por Cáceres, Renfe y Comboios de Portugal decidieron dar la comida gratis a los viajeros, pero ni por esas. En la línea de Cáceres a la frontera de Valencia de Alcántara, desaparecieron el talgo diurno y el mixto vespertino, solo quedaba el Lusitania, que ya es historia.
Por Vilar Formoso pasan de madrugada dos trenes que nos robaron a los cacereños, el Sud Exprés de Lisboa a Hendaya, que circuló por Cáceres entre 1887 y 1895, año en que cambió las vías extremeñas por estas vías salmantinas, y ahora el Lusitania Exprés.
Pero no crean que entre Vilar Formoso, Fuentes de Oñoro y Salamanca la situación es muy boyante: en 1979 circulaban seis convoyes de viajeros, hoy solo quedan dos: el Sud Exprés y el Lusitania. Y ambos circulan a horas intempestivas.
Tampoco es exclusivo de Extremadura y del Alentejo el cierre de vías ferroviarias como la que unía Estremoz con Portalegre, la Ruta de la Plata, los trenes de Azuaga y Jerez o la línea inacabada de Talavera a Villanueva de la Serena. Nos trasladamos unos kilómetros al norte de Vilar Formoso. Visitamos la estación abandonada de La Fregeneda. Por aquí pasaba la vieja línea ferroviaria que unía la localidad salmantina de Fuente de San Esteban con Oporto a través de la frontera portuguesa de Barca d'Alva. En 1986, esta línea cerró. Es la historia del ferrocarril del Oeste, repleta de cierres y supresiones.
¿Quién tiene la culpa de que por el bello puente internacional de Barca d'Alva no pase ya el ferrocarril y de la desaparición de tantos trenes? En el caso del Lusitania extremeño, se puede señalar al gobierno portugués, pero el fracaso tiene causas estructurales. Por un lado, la despoblación: en los 8 pueblos con estación que une la línea de Fuentes de Oñoro y Salamanca (126 kilómetros de vía) solo viven 19.000 personas. Entre Valencia de Alcántara y Cáceres, al lado de los 88 kilómetros de vía férrea se cuentan 15.000 posibles viajeros.
Es difícil hacer rentable una ruta donde las estaciones están alejadas varios kilómetros de los pueblos, como sucede en Herreruela, Marvão o Castelo de Vide, donde los horarios se calculaban pensando en los viajeros de Madrid y Lisboa, nunca en los de las estaciones intermedias. A la antigua estación internacional de La Fregeneda, muy lejos del pueblo, hemos llegado a través del mismo camino de cabras por el que accedían los viajeros en 1986.
Lo curioso es que el Estado había invertido 10 millones en mejorar la vía entre Cáceres y Valencia de Alcántara y cinco millones para eliminar los pasos a nivel. Al menos eso servirá para que a partir del 16 de septiembre circule un tren diurno entre Valencia de Alcántara y Madrid.
Madrugada en la frontera. El Lusitania Exprés llega desde Lisboa. La brasileña Kristiane Pereira y su amigo Robson Carapeto se disponen a coger el Lusitania. Quién les iba a decir a estos jóvenes de São Paulo que viajarían un día en el Lusitania Exprés. Justo el día en que este tren dejaba de pasar por Cáceres y se iba por Salamanca 117 años después de que lo hiciera el Sud Exprés.
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