Iván Redondo asegura que es un «humilde asesor» que no decide

«Soy un humilde asesor que está preparado para sus preguntas y espero que ustedes estén preparados para sus respuestas», es la 'tarjeta de visita' con la que Iván Redondo, director del Gabinete de la Presidencia de la Junta, se presentó ayer ante una comisión de diputados de la Asamblea de Extremadura para explicarles sus funciones desde que el pasado 7 de septiembre fuera nombrado para el cargo por el presidente José Antonio Monago. Antes había sido el estratega electoral de su campaña, y asesor del PP tras las elecciones autonómicas de mayo del año pasado.

La comparecencia, a petición propia para que se produjera más rápidamente ya que otra solicitada por el PSOE se iba a demorar, levantó gran expectación e Iván acudió acompañado de cinco altos cargos que dependen de su gabinete.

La oposición, el PSOE e Izquierda Unida, recibieron a Iván Redondo sin rodeos acusándole de estar realizando funciones superiores a las que se le supone a un director de gabinete. En concreto le dijeron que él es en realidad un vicepresidente del Gobierno autonómico si es que se dedica, como Redondo afirma, a coordinar la acción de gobierno y de las diferentes consejerías.

«El gabinete me parece un despilfarro innecesario», criticó el diputado de IU Víctor Casco. «Los extremeños no deben pagar este sistema de marketing y o se cesa a la vicepresidenta de la Junta [Cristina Teniente] y al coordinador de la Presidencia [Juan Parejo], o se le cesa a usted porque las funciones son las mismas». También Isabel Gil Rosiña, diputada del PSOE, conviene en que «o sobra la vicepresidenta o sobra usted».

Redondo se defendió alegando que antes de él, con el PSOE, hubo dos personas que ocuparon el mismo cargo, y que con su antecesor llegó a haber hasta dos vicepresidentas. También aseveró que él cobra menos, y rechazó que sea como se ha dicho un consejero sin cartera: «No tengo cartera, no nos han dejado nada, lo que tengo es una mochila y mis funciones son solo asesorar y auditar, para que luego el presidente y los consejeros tomen decisiones».

El director del gabinete de Monago también negó otras acusaciones de la socialista Isabel Gil según las cuales antes de ser nombrado alto cargo ya usaba despachos de la Junta, recursos públicos, y daba órdenes a funcionarios, además de llamar a los medios de comunicación para condicionar la información que dan, en beneficio del PP y perjuicio del PSOE. «Nada de eso es cierto, acredítelo», le invitó Redondo.

Mencionó al primer director del gabinete presidencial, Román Bolaños, de quien dijo que esperaba estar a su altura, y tuvo un largo elogio para Monago: «Un presidente histórico, del cambio, con mucha vida en la calle, es el hijo de un obrero, sí, fue también bombero. Salvó vidas, estuvo voluntariamente con sus compañeros en Almacenes Arias y con su esfuerzo, trabajo y el apoyo de su familia hizo Magisterio, se licenció en Derecho, terminó Criminología e hizo el doctorado. Es mucho más que el personaje, es la persona que nos guía, el presidente que nos motiva y que con su visión política nos hace sentirnos a los integrantes de la Presidencia más grandes de lo que realmente somos».

«Parece la caricatura de un nuevo semidiós, José Antonio Monago», reaccionó Víctor Casco (IU) para añadir que «hacía muchos años que yo no veía tanto peloteo» y calificar a Redondo de tecnócrata. Este último etiquetó sin embargo a la socialista Isabel Gil Rosiña como «un diamante en bruto que puede hacer más».