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¿Qué ha pasado hoy, 15 de abril, en Extremadura?
José Carlos García, presidente de Radio Taxi, en su vehículo. :: J. V. A.
«Hacer de taxista ilegal ya no es ni rentable»
BADAJOZ

«Hacer de taxista ilegal ya no es ni rentable»

Entre la bajada de la clientela, cerca de un 50 %, y la subida del combustible, «un puñal para los profesionales», este sector vive uno de sus peores momentos José Carlos García Presidente de Radio Taxi Badajoz

ÁNGELA PÉREZ

Viernes, 19 de octubre 2012, 02:26

José Carlos García lleva cuatro años al volante. Durante este tiempo ejerciendo como taxista ha visto cambiar mucho la situación en el sector. La subida de la gasolina, el incremento de los robos y la bajada en picado de los clientes pone a los profesionales frente a una dura realidad para subsistir.

-La crisis parece haber acabado con el bienestar social, ¿para los taxistas también es así?

-Hay que tener en cuenta que tener un taxis es como tener tu propia empresa. Esto te obliga a tener que trabajar lo necesario para subsistir. En mi caso, cada día tengo que estar entre nueve y diez horas al volante, porque no tengo muchas cargas familiares, pero entre mis compañeros sé de muchos que tienen que echarle sus 15 horas al día. Y de vacaciones, prácticamente ni hablamos, es para privilegiados.

-¿Sacrificarse de esta manera merece la pena? ¿Es rentable?

-A día de hoy se puede decir que con este esfuerzo podemos sacar para pagar nuestras deudas mes a mes. De rentabilidad es difícil hablar, como en cualquier negocio.

-¿Porque sobran compañeros o porque faltan clientes?

-Las licencias existen según el ratio. Para los habitantes que viven en Badajoz, las 143 licencias que existen en teoría son las necesarias para cubrir las necesidades. El problema es la caída de la clientela. En estos años se ha reducido perfectamente entre un 40 y un 50%. Sí es cierto que días específicos, dos o tres al año, como algunos festivos, nos vemos desbordados, pero muchos otros días incluso nosotros sobramos.

-¿Es que ya no se necesitan taxis?

-Es que mucha gente piensa que el servicio que damos es de lujo y, evidentemente, lo primero que te quitas en momentos difíciles son los lujos. Moverse como es lógico es necesario, pero nos han sustituido por los autobuses o familiares que los trasladen. La bajada ha sido paulatina. Primero desaparecimos para un sector, luego para otro, y al final los únicos que no nos han fallado son las personas mayores que necesitan ir al médico.

-Junto a la caída de la clientela, ¿la subida de los combustibles sería vuestro otro handicap?

-Eso es ya un puñal. Esto afecta a todos, pero mientras un ciudadano normal llena el depósito una vez al mes, nosotros lo hacemos cada tres días. La diferencia es tremenda. Antes me costaba 40 euros y ahora por menos de 70 no se puede. Sin embargo, y a pesar de eso, nos hemos querido solidarizar con los ciudadanos y no hemos tocado las tarifas este año. Aunque tengamos que trabajar más horas, no queremos que los clientes se vean obligados a dejar de utilizar los taxis.

- Siempre se ha hablado de los taxistas ilegales como otro de vuestro obstáculos, ¿continúan siéndolo?

-Curiosamente no. Que yo sepa ya ni siquiera hay taxistas ilegales. Si a nosotros, que tenemos paradas y servicio telefónico para captar a nuestros clientes, nos cuesta alcanzar cierto volumen de trabajo, para un ilegal sería imposible. Hacer de taxista ilegal ya no es ni rentable.

- Hace tan solo unos días, un compañero de Badajoz sufrió un atraco. ¿Tienen ustedes miedo?

-Nosotros somos conscientes de que no vivimos precisamente en una de las ciudades más peligrosas de España. No sería comparable con Madrid o Barcelona. Pero es verdad que los tiempos que corren también han provocado mayor inseguridad en nuestro sector. Antes no había apenas ningún atraco, si acaso algún robo del monedero cuando nos despistábamos. Sin embargo, en lo que va de año ya son ocho. El atraco que sufrió nuestro compañero hace unos días fue el más sonado por la agresividad del caso, pero en realidad nos enfrentamos a algunos más de los que la gente se imagina.

-¿No se han planteado añadir medidas de seguridad?

-Usamos GPS para que haya constancia de nuestra localización constantemente. También tenemos nuestro botón de alarma. Pero está claro que la verdadera solución sería instalar mamparas. Sin embargo, ni los taxistas creen que sea el momento por el desembolso que supone, ni creemos que los clientes lo recibieran con los brazos abiertos. A veces montar en un coche con mampara resulta claustrofóbico incluso.

- Se podría decir entonces que es una profesión dura, ¿no?

-Muchos dicen que vivimos bien, sentados todo el día. Pero no se dan cuenta de lo que hay detrás. Un taxista pasa muchísimas horas en la calle, haga frío o calor. Tiene que saber tratar con la gente. Y, por supuesto, somos los que más sufrimos los problemas de tráfico de la ciudad. No sé si es dura la profesión, y quizás no lo definiría así, pero estresante lo es. Hay días que llegas a casa realmente destrozado.

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