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EFE
Martes, 22 de enero 2013, 11:04
El madrileño Julián López 'El Juli', en modo poderoso, cortó dos orejas en la XIV corrida de la temporada 2012-2013 en la Monumental Plaza México, en la que el mexicano Diego Silveti, siempre entregado, logró cortar la oreja del toro que cerró plaza. El festejo se celebró el pasado domingo, con tiempo espléndido. La plaza registró la mejor entrada en mucho tiempo. Se calcula que asistieron 40.000 aficionados que le dieron una tónica especial al mano a mano.
Se lidiaron tres toros de Montecristo -primero, quinto y sexto- y tres de Fernando de la Mora -segundo, tercero y cuarto-. Encierro que fue descastado en líneas generales. El primero, con clase, se rajó al final. El quinto, muy malo, sin opciones. El sexto cumplió, nada más. Con respecto a los de Fernando de la Mora, el segundo fue soso y deslucido, mientras que el tercero y cuarto cumplieron sin pena ni gloria.
Maestro
Julián López 'El Juli' estuvo convertido en todo un maestro e hizo gala de sitio, valor y torería en una amalgama que le hizo lucir una sapiencia fuera de serie. Cuajó una gran faena al primero, de principio a fin, pero pinchó tres veces y se fueron los trofeos por su fallo con la espada. No obstante salió al tercio para recoger una ovación de gala.
También cuajó el madrileño al tercero, al que realizó una faena que parecía no tenía el toro. Con el público entregado. Mató al astado de estocada y fue premiado con las dos orejas y petición de rabo entre aclamaciones.
El quinto, descastado, deslucido y con la cara por las nubes le dio pases que no tenía. Mató de pinchazo y estocada para ser ovacionado y al final salió a hombros con el reconocimiento del público.
Por su parte Diego Silveti está todavía poco placeado, le falta rodaje, pero no valor y deseos de ser figura, siempre que hace el paseíllo derrocha esfuerzo. Al segundo, un ejemplar soso y sin chispa, lo mató pronto y su labor fue silenciada.
Estuvo mejor ante el cuarto, al que toreó con templanza y buenas maneras, sobre todo por el pitón izquierdo. Tenía la oreja ganada pero pinchó una vez, estocada y descabello. Saludos en los medios.
Con el sexto fue a por todas, con decisión. Se lució con el capote. La faena tuvo momentos y series de muletazos sobre ambas manos bien logradas, con un público que lo alentó mucho. Mató de estocada y fue premiado con una oreja, que paseó con el beneplácito del público.
El subalterno Christián Sánchez saludó en el tercio tras banderillear al cuarto de la tarde.
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