Prohibido no discutir las decisiones del jefe

La iniciativa y creatividad del israelí actual nacen en parte según su embajador de la propia religión judía, en la cual no existe una autoridad central religiosa que diga 'esto se hace así', sino que cada comunidad es libre de interpretar a su manera los textos sagrados. Es por eso obligatorio saber leer y escribir para esa responsabilidad individual y colectiva de repensar la religión. Llevan implícito por tanto según Alon Bar un desafío permanente a la autoridad, que en términos empresariales actuales se traduce en un «si tengo una buena idea y el jefe no la acepta, creo mi propia empresa». De ahí que la generación de embriones de empresas prometedoras es algo que debe surgir desde abajo y no puede venir de una autoridad planificadora y con poder de 'management'.

Alon Bar declaró que ver sólo malas expectativas le parece casi consustancial al carácter español, un rasgo muy inoportuno en estos momentos en los que al contrario hay que ser «activo y realista».

La economía israelí, cuyas primeras empresas surgieron hace décadas de las entrañas de los sindicatos laboristas, de izquierda, que eran sus dueños, pasó a partir de los años 80 por un proceso de privatizaciones que ahora está siendo puesto en cuestión por haber ido quizá demasiado lejos. Otras características laborales como el salario mínimo, el funcionamiento de los sindicatos, o el seguro médico «no son muy diferentes a Europa».

Es difícil saber si cuajarán y de qué manera estos intentos de cooperación entre Extremadura e Israel, pero el embajador Alon Bar asegura que ellos ya han pulsado la opinión de algunos extremeños y «aparentemente sí hay interés de algunas personas por esta colaboración».

Pero destaca en ese sentido algo. «La expectativa siempre es importante, cuando uno cree que las cosas pueden ir a peor, mal. Es el ambiente positivo el que genera inversión, actividad». El presidente Monago no quiere ni mucho menos dar fechas de cristalización de estas posibilidades pero «vamos a defenderlas».