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En julio del 95, poco después de convertirse en alcalde. :: HOY
«Harán hablar a las momias de Llerena»
BADAJOZ

«Harán hablar a las momias de Llerena»

«Lo que digo, lo digo de corazón», aseguró en una entrevista al ser preguntado por sus palabras más polémicas En 18 años como alcalde ha hecho de sus frases más sonadas la característica inconfundible

ROCÍO ROMERO

Viernes, 1 de marzo 2013, 01:49

Hace tiempo que Miguel Celdrán termina sus intervenciones ante los medios de comunicación dando la bendición y asegurando que «la homilía vale por la del domingo». No se sabe si la dimisión de Benedicto XVI le ha inspirado, pero lo cierto es que el alcalde que ha ocupado el cargo durante más años en democracia se marcha dejando un legado de sentencias célebres.

Sus 'celdranadas', esas frases que salen de su boca con característico gracejo, han sido muchas. Tantas en 18 años que la hemeroteca de HOY está plagada de ellas. La más recurrente cuando se refiere a la oposición: «si es que van a hacer hablar a las momias de Llerena». Otras son menos frecuente pero resultan mucho más hirientes: «A los palomos cojos en Extremadura, se les aparta y se les echa a otro lado». Estas palabras en un programa de la COPE en 2011 le valieron incrementar fama nacional, gracias al Gran Wyoming y su programa de La Sexta, que terminó por organizarle una caravana de palomos cojos como símbolo de la reivindicación homosexual que ha llenado de gente la Plaza Alta dos años. Ya en 2005 confesó en una entrevista a HOY: «Yo no caso a los gays, pero los respeto horrores».

Otras de sus frases han resultado más acertadas, como cada vez que ha asegurado que «El AVE no va a llegar ni en el 2016». Y a este paso parece que acertará.

A los socialistas ha dedicado sentencias que quedarán en la hemeroteca o, al menos, en la mente de quienes han seguido sus intervenciones. «Lo mejor del año, que lo socialistas se hayan ido a su casa», dijo tras la llegada de Mariano Rajoy al Gobierno central.

A la última delegada del Gobierno socialista, Carmen Pereira, le dedicó también una buena selección. Entre ellas, «para lo que le queda dentro del convento, ya sabéis lo que hizo el monje», poco antes de las elecciones del 20-N por las que el PSOE perdió el poder.

Vara, el yate y el barquino

Con el anterior presidente de la Junta de Extremadura, el socialista Guillermo Fernández Vara, tuvo una buena relación. A pesar de ello, en la última campaña electoral se enfrentaron a cuenta de que Francisco Fuentes, el entonces secretario general de los socialistas en la provincia, tenía «un yate» para Celdrán, y «un barquino» para Vara. Al final, Vara le acusó de haberse enriquecido en el cargo y el alcalde se lo tomó muy mal: «Que tenga cuidado el señor Vara con Celdrán». Un desencuentro que terminó con una visita de Vara a su despacho para firmar la paz.

Su relación con el actual portavoz de los socialistas, Celestino Vegas, es prácticamente inexistente. Solo hay una foto de ellos en la hemeroteca de HOY y se vio forzado a ello en campaña. «Con Celestino Vegas no voy yo ni a escuchar flamenco», dijo en enero del año pasado. Más dolorosas fueron sus palabras cuando propuso cambiar el nombre a la avenida Sinforiano Madroñero por Juan Carlos Rodríguez Ibarra en 2007. «Con el corazón en la mano -expresó el alcalde-, fíjense que la mejor calle de Badajoz se llama Sinforiano Madroñero. Nadie sabía quién era, hay que echar mano de la biblioteca y resulta que ha estado de alcalde cuatro meses entre dos legislaturas. No le dio tiempo a calentar el sillón. Y todo lo que hizo fue tirar la muralla de San Roque», unas frases que irritaron a las asociaciones de memoria histórica -porque murió fusilado durante la guerra- y que provocaron que Rodríguez Ibarra rechazara tener una avenida en Badajoz.

Al portavoz de IU, Manuel Sosa, le ha criticado mucho. Sobre todo, en la época que daba ruedas de prensa día sí, día también, con supuestos casos de corrupción como el canal de Badajoz que después fueron archivadas por la justicia. «El que nace lechón, muere cochino», le ha dedicado en alguna ocasión. «Los votantes de IU caben en un autobús y dentro de poco en dos taxis», dijo tras elecciones de 2007.

Con quien sí se encarga de cuidar las relaciones es con su propio equipo. De hecho, delega con facilidad salvo en las decisiones más importantes. Antes los rumores de un malestar con José Antonio Monago tras su marcha del Ayuntamiento para dirigir a los populares extremeños, exclamó: «¡Pero si con Monago me llevo mejor que con mi mujer!».

¿Le salen las palabras antes de filtrarlas?, se preguntan algunos. «¿Pero cómo no voy a pensar yo las cosas antes de decirlas?»; respondió en una entrevista hace ahora dos años. «Lo que digo, lo digo de corazón». Y con su bendición.

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