Desahucio por error

Manuela Chamorro acudió el pasado sábado al piso que tiene en la calle Los Maestros de Mérida. Hace tiempo que no reside allí, pero tenía intención de alquilarlo, por lo que acudió en compañía de una agente inmobiliaria. Para su sorpresa, la llave de la puerta no abría. Se dio cuenta de que la entrada había sido forzada y habían cambiado la cerradura convencional por una de seguridad. Unos vecinos le dijeron que un cerrajero había pasado por allí el jueves en compañía de una comisión judicial para ejecutar un desahucio.

Sin dar crédito a lo ocurrido, acudió a la Comisaría de Policía Nacional de Mérida a poner una denuncia, ya que su piso no está sujeto a ningún embargo y por tanto no podía tratarse de un desahucio. Allí le aconsejaron que se esperara al lunes para enterarse de lo ocurrido por si se había producido un error.

Así ha sido. BBVA tiene en marcha un procedimiento de desahucio contra una vivienda del mismo bloque y de la misma planta, pero no es la de Manuela Chamorro, según explica el abogado al que ha recurrido para que lleve el caso, Manuel Rodríguez. Como indica, el proceso ha seguido sus trámites correctamente, con notificaciones de embargo, subasta, resolución judicial y fijación de la fecha de lanzamiento, el acto en el que la entidad toma posesión del bien. Este paso tuvo lugar el pasado jueves hacia las dos de la tarde, según los vecinos. La comisión judicial, formada por representantes del juzgado y el banco, acudió al bloque de la calle Los Maestros. Con autorización judicial, se procedió a forzar la entrada y cambiar la cerradura. El 'problema' es que alguien se equivocó de puerta, de piso y de propietario.

Manuel Rodríguez señala que la entidad financiera ha reconocido el error, pero afirma que actuó con autorización del juzgado. También indica que el banco asume que deberá pagar la instalación de una nueva puerta a la afectada, que ayer formuló su denuncia ante la Comisaría de Policía.

Más sorpresas

Antonio Higuero, pareja de Manuela Chamorro, explica que presentaron la denuncia para poder reclamar los daños al banco y para poder cambiar de nuevo la llave de la casa. En principio, se esperaba que la entidad financiera mandase al cerrajero para deshacer el error, pero no fue así.

Al entrar en la vivienda descubrieron nuevas sorpresas. Ya se habían dado cuenta de que habían retirado del balcón los carteles que anunciaba el alquiler del piso. Pero no sabían que alguien había llevado unos nuevos en los que se indica que la vivienda está en venta. Allí aguardaban una colocación.

Asimismo, Higuero señala que también habían avisado a Centro Reto para que se llevara los muebles del piso. Afortunadamente, los verdaderos propietarios han llegado a tiempo para mantener no solo la vivienda, sino todo lo que hay en su interior.