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EFE
Jueves, 21 de marzo 2013, 10:14
Los actores Guillermo Muñoz y Paula Iwasaki protagonizan hoy en el teatro López de Ayala «¡Ay, Carmela!», bajo la dirección de Yolanda Porras, que se centra en la vida de Paulino, compañero sentimental y pareja de Carmela, tras la muerte de esta.
En esta obra, a diferencia de la que llevó al cine Carlos Saura, aborda «la segunda muerte de los muertos», según ha indicado Paula Iwasaki durante la presentación en rueda de prensa hoy en Badajoz.
La historia de José Sanchís narra la relación de una pareja de actores ambulantes (Paulino y Carmela) que cruzan por error la línea que separa a los dos bandos contrincantes de la Guerra Civil y recalan en la villa de Belchite, donde son forzados a improvisar una velada teatral para celebrar la derrota del enemigo. Sin embargo, lo que comienza como un divertido homenaje a los vencedores, terminará como una trágica comedia donde Carmela muerte.
Por eso, para Guillermo Muñoz se trata de una obra donde muerte y vida se confunden, debido a la presencia constante del fantasma de Carmela en la vida de Paulino, quien fue su pareja sentimental y artística. La obra la lleva a escena la compañía Caramba Teatro, nacida en el año 2011 a partir de la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid, y es la primera de las funciones representadas por los miembros de la compañía, que actualmente están abordando ya su segunda obra.
«¡Ay, Carmela!» se desarrolla, para Paula Iwasaki, en una mezcla de realidades en la que se pone en evidencia la diferencia de caracteres de los dos miembros de la pareja, pues cada uno aborda un mismo suceso de manera muy distinta.
Para Carmela, es un hecho terrible el que se vaya a fusilar a miembros del bando republicano al día siguiente de la representación que la que la pareja está obligada a realizar, y esto provoca que ella termine muriendo en escena, según ha explicado Paula Iwasaki, quien encarna a la protagonista.
«Ninguno de los dos tiene una ideología clara, no se posicionan, pero tienen diferencias y ven las cosas de manera distinta», ha expresado Guillermo Muñoz, para quien Carmela va borrándose de la vida de Paulino, su personaje, a medida que avanza la obra, algo que a su juicio supone asumir en el fondo la muerte de alguien y dejar que muera de nuevo después de muerto.
Con un lenguaje «cotidiano y muy normal», según Paula Iwasaki, José Sanchís aborda cómo la propia Carmela no asume su propia muerte, y por eso regresa otra vez como un fantasma a la vida de quien fue su pareja. Antes de la representación mañana en el teatro López de Ayala de Badajoz, los actores leerán un texto de Darío Fo con motivo del Día Internacional del Teatro, para reivindicar el papel de este arte en tiempos difíciles como los actuales y para mostrar que el teatro puede ser un revulsivo y un elemento necesario que no se debe perder nunca. Durante la función, los actores cantarán canciones de la época como «Suspiros de España», «Mi jaca» y «Los campanilleros», en un retrato de la España de la época recreado en el texto de Sanchís, que además incluye números de magia y gran cantidad de costumbres populares de entonces, lo que supone también, para Guillermo Muñoz, un homenaje a los actores itinerantes de la época.
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