Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 22 de febrero, en Extremadura?
El parricida de Cáceres declara que mató a su madre para que no sufriera
REGIONAL

El parricida de Cáceres declara que mató a su madre para que no sufriera

A ella le disparó en la cabeza y a su padre en el vientre, pero como no murió intentó asfixiarlo con una almohada y le asestó dos cuchilladas en el cuello

SERGIO LORENZO

Lunes, 25 de marzo 2013, 09:29

La realidad supera la mayoría de las veces la ficción. La declaración que ayer hizo Carlos Barra en el Juzgado número 2 de Cáceres sobrepasa la gran mayoría de los argumentos de truculentas novelas de violencia, droga y sexo.

Alrededor de las diez de la mañana comenzó su interrogatorio ante el juez Francisco Matías Lázaro, una fiscal y su abogada Dolores Gibello. De una manera fría, sin expresar aparente arrepentimiento en su relato (aunque dijo lamentar lo sucedido), contó cómo el pasado domingo mató a sus padres, en la vivienda en la que vivía con ellos en el residencial Gredos en el barrio cacereño de La Mejostilla.

Aseguró que durante la madrugada del domingo había consumido droga, y que quería dinero para invitar a sus amigos. Pasadas las siete de la mañana llegó a su casa, donde estaban acostados sus padres en habitaciones distintas en el piso superior. Primero fue a la habitación del padre, que estaba despierto leyendo. Dijo que no discutió con él, que cogió la escopeta de caza de su progenitor y le disparó un tiro en el vientre.

Luego se fue a la habitación de la madre, que no se había despertado con el disparo ya que tomaba una medicación que le hacía dormir de una manera muy pesada. Le disparó en la cara. Murió en el acto. Carlos indicó al juez que la mató para que no sufriera al saber que había acabado con la vida del padre. Los conocidos del parricida aseguran que quería bastante a su madre. No tanto al padre, con el que discutía a menudo porque no le daba el dinero que le pedía. Tras matar a la madre, vio que el padre estaba moribundo e intentó terminar con su vida asfixiándolo con una almohada. No pudo y bajó a la cocina a por un cuchillo. Se lo clavó dos veces en el cuello. Una vez muerto le cogió 240 euros de la cartera y se fue a la Madrila a comprar cocaína.

Volvió a la casa con la droga. Consumió parte de la misma con la escopeta cargada al lado. Según su testimonio tenía la intención de suicidarse, pero se acordó de que el padre guardaba dinero en un sitio cerrado. Encontró la llave con la que pudo acceder a un fajo de billetes. Contó 5.400 euros y se marchó, cogió su coche, fue a comprar más droga y luego viajó a Zafra, donde tiene un amigo. Para vencer el sueño fue tomando más cocaína en el trayecto de Cáceres a Zafra, parando varias veces en la carretera. El amigo no estaba y se fue a un hotel, en donde no durmió, sólo se duchó.

Según comentó Eliseo del Blanco, teniente fiscal de Cáceres, estuvo todo el día en un club de alterne, donde durmió. Luego vino el amigo que vive en La Lapa, localidad a once kilómetros de Zafra, y allí se quedó otra noche.

En los tres días que estuvo en la zona de Zafra, (le detuvieron el miércoles por la tarde), fue en dos ocasiones al club de alterne, un edificio que se encuentra en las afueras de la localidad. Los agentes de la policía nacional de Cáceres que siguieron su pista le pudieron localizar gracias a que se le intervino el teléfono móvil. Cuando fue apresado sólo tenía 90 euros. Se había gastado más de 5.000 euros en esos tres días.

Tras su declaración, que duró unas dos horas, el juez ordenó su ingreso en prisión sin fianza. Se le acusa de dos asesinatos y de conducir vehículos a motor bajo la influencia de sustancias estupefacientes.

Volvió a casa

Carlos Barra había vuelto a vivir en casa de sus padres una vez que se había separado de la mujer con la que tuvo dos hijas. Estaba encausado por un delito de violencia de género y tenía una orden judicial de no acercarse a su exmujer.

El amigo que tiene en la zona de Zafra, no ha sido acusado de encubrirle, ya que no sabía que hubiera matado a sus padres y que le estuviera buscando la policía.

En este caso, según Eliseo del Blanco, no se puede aplicar la atenuante por confesar los delitos, porque lo ha hecho cuando ya ha sido detenido. Para ver si se le puede aplicar la atenuante de actuar bajo la influencia de las drogas, como él asegura, tras firmar su declaración fue llevado ante un médico forense que le sometió a análisis para saber su grado de dependencia a las drogas. Uno de estos análisis es el de los cabellos y también estudiaron si está enfermo mentalmente. Según una persona que le vio poco más de una hora antes del crimen, él estaba bien.

Está pendiente el analizar las armas que usó, la escopeta y el cuchillo, y terminar con el estudio de las autopsias de los fallecidos.

Carlos Barra ya está en prisión después de matar a sus padres.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy El parricida de Cáceres declara que mató a su madre para que no sufriera