La lluvia se retiró para dar paso a La Borriquita

Su salida estaba prevista a la una de la tarde de ayer. Pero la bendición de los ramos y palmas y la solemne misa oficiada por el obispo Amadeo Rodríguez Magro hicieron que finalmente procesión de La Borriquita no comenzara hasta pasada la una y media de la tarde de ayer. Una demora que resultó providencial. A la una llovía en Plasencia. Pero en el momento del desfile el agua dejó de caer. El cielo aguantó la hora aproximada que duró la procesión de La Borriquita, porque sobre las dos y media de la tarde la lluvia regresó a la ciudad del Jerte.

La Hermandad de Nuestro Señor Jesucristo en su entrada triunfal en Jerusalén logró de nuevo un año más salir. Desde 2003 que se ocupa de la procesión del Domingo de Ramos nunca se ha tenido que quedar en la Catedral, desde donde parte con su paso titular, el que da nombre a la cofradía, como ha destacado su hermana mayor, Loli Duque.

De nuevo ayer lo hizo acompañada por centenares de personas que desafiaron al mal tiempo para acompañar a La Borriquita y por la Banda del Nazareno de Medina del Campo, que puso el ritmo a una procesión que un año más, como manda la tradición, estuvo protagonizada por los niños y las palmas. Ellos se ocuparon de encabezar el desfile y preceder al paso titular de la hermandad, Entrada triunfal de Nuestro Señor Jesucristo en Jerusalén, obra de Manuel Luque (año 2000) y que vistió un capelín de terciopelo bordado cuyo peso supera los cinco kilos y que por eso es cargado por los cofrades mayores de la hermandad fundada en el año 2000. Todos, pequeños y grandes, lucieron el hábito oficial: túnica blanca, fajín y capelina azul y pañuelo blanco en la cabeza sujeto con una cinta azul a modo de tocado.

Desde la Catedral la procesión, que contó también con la participación del equipo de gobierno casi al completo, encabezado por el alcalde, Fernando Pizarro, recorrió la calle de Las claras, la plaza de San Esteban, dio una vuelta en la Plaza Mayor, donde se aglutinaba la mayor parte del público que presenció el desfile, y a través de Rúa Zapatería llegó hasta el templo cofrade de Santo Domingo, donde la imagen permanecerá guardada.