Los hosteleros del Casco Antiguo quieren más veladores

El próximo lunes 1 de abril entrará en vigor el horario de verano para los veladores de la ciudad, lo que significa que las mesas en la calle podrán colocarse antes y retirarse más tarde. Con la llegada de la primavera, los hosteleros miran al cielo y piden días soleados para que las terrazas se llenen de público. Pero, un año más, muchos de ellos se topan con una ordenanza municipal (vigente desde abril de 2011) que no terminan de entender. Si bien es cierto que esta normativa ya permite veladores durante los doce meses, es ahora cuando los bares pueden aprovechar la vía pública para lograr más clientes.

Es el caso de los hosteleros del Casco Antiguo. La queja unánime de la mayoría de ellos es el bajo número de licencias que tienen concedidas, lo que supone, aseguran, no poder sacarle todo el provecho al negocio. Además, varios de ellos llevan meses esperando a que les llegue la autorización para colocar las mesas y sillas en la calle.

El Ayuntamiento, por su parte, ya dejó claro en su momento la importancia de que en las vías estrechas de la zona histórica de la ciudad hubiera espacio suficiente para los peatones, puesto que algunas estaban saturadas.

Más flexibilidad

Francisco Fernández, de Franqui's Bar, en la calle Felipe Checa, cuenta que antes de la actual ordenanza tenía doce veladores, y ahora sólo dispone de permiso para un par de ellos. «Por 12 centímetros de anchura no me dejan poner más», dice. Ha solicitado en varias ocasiones que revisen su solicitud para ampliar el número de mesas, «pero cada vez que se le pregunta al técnico contesta que está en estudio. Pero en estudio lleva dos años», se lamenta. «El 90% de los hosteleros del Casco Antiguo nos encontramos igual. No nos dan alternativas para poner veladores más pequeños para recuperar esos centímetros que faltan. Deberían ser más flexibles en esta zona», añade.

«Yo tengo dos mesas nada más, pero hay espacio hasta para cinco», advierte Manuel Pinilla, del Mesón Don Pato, en la calle Muñoz Torrero. «He pedido más, pero no me las han concedido. Creo que ellos (se refiere al Ayuntamiento) hicieron la ordenanza sin contar con nuestra con opinión. El horario me parece bien, porque hay que tener respeto por el que duerme arriba del local», agrega.

En el bar Tacatá, en Meléndez Valdés, están esperando la autorización, que solicitaron en diciembre, cuando abrieron al público, para que su terraza sea legal. Han pedido seis veladores, «¿y si no nos llega el permiso antes de que empiece ya definitivamente el buen tiempo?», se pregunta Manuel Malabé, el responsable del negocio. «Queremos aprovechar esos seis veladores para salvar la caja porque estos dos últimos meses han sido regulares», apunta.

En el otro extremo

El contrapunto a esta realidad es Mari Ángeles Soto, de la taberna flamenca La Parrala, en Felipe Checa. Ella asegura que tiene licencia para siete mesas pero sólo pone cinco, porque, afirma, no existe más espacio en la calle, «nos tendríamos que poner delante del escaparate de una tienda». Soto sí está de acuerdo con la ordenanza. «A ver si no llueve en Semana Santa, la gente sale más a la calle y se anima el negocio», expresa.

Desde la Policía Local han confirmado que en breve iniciarán una campaña de inspecciones para hacer cumplir la actual ordenanza municipal de veladores. «Serán agentes en segunda actividad que irán de paisano», indican. No obstante, los hosteleros piensan -y esperan- que, en muchos casos, se hará la vista gorda, sobre todo en cuanto al número de mesas colocadas se refiere.

De hecho, hay quienes tienen claro que se la jugarán y que montaran sus terrazas aunque no hayan recibido aún las licencias pertinentes. Tal y como les ha ido la caja últimamente, dicen, no pueden permitirse el lujo de esperar a recibir los permisos para ampliar la capacidad de negocio de sus respectivos locales.