Los vecinos podrán visitar la evolución de las obras de la Ciudad Deportiva

Se llegará a tiempo. Es el mensaje que se traslada desde la Dirección General de Deportes de la Junta de Extremadura y el que repite el Ayuntamiento cacereño. Lo hizo ayer el concejal Pedro Muriel, que da por seguro que los usuarios podrán bañarse de nuevo el próximo verano en las piscinas de la Ciudad Deportiva. La instalación se somete desde hace 10 días a una reforma que está encaminada a acabar con las filtraciones y pérdidas de agua. Ese fue el motivo por el que permaneció cerrada durante la última temporada de baños. El plazo de ejecución previsto de las obras es de cuatro meses.

«Se podrá abrir en el mes de julio. El ritmo de trabajo es el previsto. Solo los problemas que ha generado la lluvia han causado algunos contratiempos», opina Muriel. El concejal de Deportes insiste: «Si no se producen imprevistos, se llegará con tiempo suficiente. Se está cumpliendo con lo prometido. La idea siempre ha sido tener unas piscinas en las mejores condiciones», afirma el responsable municipal.

Destaca Muriel que tiene contacto permanente con Antonio Pedrera, director general de Deportes del Gobierno extremeño. Los dos participarán en la visita a la obra a la que se ha invitado a los colectivos vecinales y que posiblemente tendrá lugar la próxima semana.

La asociación de vecinos Puente de San Francisco se ha mostrado muy crítica con la gestión realizada en este asunto. Incluso se echó a la calle como medida de protesta cuando Pedrera tomó la decisión de mantener cerradas las piscinas por considerar desproporcionado el gasto de agua que generaban las fugas y su correspondiente factura.

La constructora placentina E0C24 ya está en marcha con una actuación que tiene un coste de 145.000 euros. Se trabaja sobre una superficie de más de 9.000 metros cuadrados. La remodelación incluye cambios estéticos, mejoras en los cuartos de depuradoras y sobre todo el arreglo de tres de las cuatro piscinas para acabar con las filtraciones.

El plazo de cuatro meses permite un escaso margen de error para que se pueda cumplir con el objetivo de abrir en julio, un poco más tarde que el resto de piscinas de la ciudad, que lo hacen en junio.