Se paga tres veces más por sacar a La Soledad la noche del Viernes Santo

La tradicional puja de la Semana Santa casareña trae este año novedades en el apartado económico. El lugar y la presencia de público se mantienen, pero las aportaciones bajan de forma considerable con respecto al año anterior. La crisis hace mella, y los bolsillos de los casareños también se resienten en este acto.

Se paga menos, en comparación al pasado año la diferencia es de algo más de un 30% pero, eso sí, se consigue que las nueve imágenes salgan en procesión. El domingo por la tarde comenzó la puja en la casa parroquial y en presencia de un gran número de personas. Los representantes de la Cofradía de la Vera Cruz son los encargados de organizar este encuentro, pero un año más la puja de cada una de las imágenes estuvo dirigida por el casareño Carlos Borrella. «Sabemos que la cosa está difícil y por eso aunque la tradición es pujar por cada brazo, este año también se podrá adjudicar una imagen a un grupo si está interesado», dijo.

Pues dicho y hecho, bastaron pocos segundos para que la primera talla en salir a subasta, la Oración en el Huerto, fuera ofertada por un grupo de jóvenes por 50 euros. La siguiente, fue La Columna, por la que otro grupo ofrecía pagar 30 euros por los seis banzos. Pero esa petición quedó interrumpida porque había más gente interesada en ella. Al final se pujaron dos banzos, a cinco euros cada uno.

Los otros cuatro se quedaron sin costalero hasta última hora, cuando la Vera Cruz, ante la negativa de los asistentes a cargar con el resto de la imagen, se prestaron a quedarse con el resto de banzos, a 10 euros cada uno.

La Ventana será portada por otro grupo que ha aportado 30 euros, lo mismo que han dado por los diez banzos de La Sentencia. Por su parte, dos grupos de amigos estaban interesados en la Verónica, por lo que finalmente tuvo que ser pujada banzo a banzo. Al final, se recopilaron 103 euros. Uno de los momentos más esperados suele ser la puja del Nazareno, que este año ha logrado recaudar 370 euros, 165 euros menos que lo conseguido el pasado año. La mayor oferta a esta imagen ha sido de 70 euros, la menor, de 15.

La séptima talla en salir a subasta fue el Crucificado. Por ella un grupo ha pagado 35 euros (el año anterior salió por 80 euros). Los doce banzos de los que dispone La Piedad han costado 200 euros a otro grupo de amigo (en 2012 se pagaron 300 euros).

La última en pujarse

La última en pujarse, como ya es habitual, es La Soledad. Los casareños pagan casi tres veces más por portar a la imagen la noche del Viernes Santo que en la procesión del Jueves y del Santo Entierro. En total, los devotos han desembolsado 1.339 euros por desfilar con la imagen en estos tres desfiles. En concreto, 363 euros pagarán los que la porten en la procesión de los hombres del día 28 y la tarde del Viernes Santo. Y 976 euros se han pujado entre quienes tendrán el honor de llevar de regreso a casa a la Virgen, la noche de la procesión del Silencio. La mayor apuesta por esta imagen ha sido de 75 euros, la menor de 5 euros.

El acto se resolvió en aproximadamente una hora y quince minutos. Un año más, los asistentes destacaron la importancia de que todas las imágenes salgan en procesión, por encima del valor económico.

Ahora solo queda esperar para ver desfilar a todas las imágenes que forman parte de la Semana Santa casareña.