Comienza la instalación de pipicanes en los parques

Ante la falta de dinero, hay que echarle imaginación al asunto. Por eso, la concejala de Parques y Jardines, Beatriz Palomeque, citó esta frase para presentar los nuevos juegos infantiles que se están colocando en los parques, realizados a partir de materiales reciclados.

Así, se ha conseguido hacer un equipo de juegos aprovechando, por ejemplo, la madera de las tirolinas de los parques Dulce Chacón y La Piedad, que estaban en mal estado. Esos juegos han sido reciclados gracias a la colaboración de los alumnos del taller de empleo que se está desarrollando en la ciudad y en el que se forman y trabajan personas mayores de 25 años.

Esos juegos infantiles han quedado prácticamente nuevos y se han instalado en el parque de San José, frente al ambulatorio, en el parque de Hispanoamérica, por la avenida Rafael Alberti, y en el recinto ferial, donde se ha decidido también instalar un pequeño parque infantil, para que el recinto sea utilizado fuera de lo que es la feria, apuntó la edil.

Dentro de esa remodelación que están experimentando los parques, la delegación ha comenzado también la instalación de los 'pipicanes' reciclados. Es una zona de tierra, cercada de madera de colores, para la que se han utilizado restos de palés del parque de obras, que se han pintado. Ahí los perros puedan ser dejados por sus dueños para que éstos realicen sus deposiciones en lugares al margen de la zona infantil.

Los primeros ya se instalaron en dos zonas del parque de Las Mercedes con motivo de las obras de remodelación que se hicieron con fondos Feder. Sin embargo, ha sido en una de las zonas infantiles de la avenida de La Paz donde ayer comenzó a instalarse el primer pipicán, justo en el parque que está más cercano a la guardería infantil de la Junta de Extremadura.

Ese ha sido el primero, pero la intención es que se instalen en casi todos los parques, con el objetivo de controlar más la suciedad y molestias que suponen las deposiciones caninas en las aceras, una cuestión que resulta por desgracia cada vez más habitual.