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Ana Esther Vivas prueba un modelo de su tienda a Nerea Novillo, que hará la comunión el próximo 25 de mayo en Almoharín. :: MARISA NÚÑEZ
Las comuniones se mantienen pero con presupuestos adelgazados
CÁCERES

Las comuniones se mantienen pero con presupuestos adelgazados

El gasto medio por familia asciende a 2.700 euros, según un informe elaborado por la Unión de Consumidores de Extremadura

MARÍA JOSÉ TORREJÓN

Sábado, 13 de abril 2013, 11:29

Nerea Novillo, de nueve años, hará la primera comunión el próximo 25 de mayo en Almoharín, su pueblo. Ayer se desplazó hasta Cáceres con sus padres para probarse trajes en la tienda que Ana Esther Vivas regenta junto al parking de Obispo Galarza. La familia todavía no ha cerrado el presupuesto que invertirá en la celebración porque, entre otras cosas, está pendiente de elegir el menú que degustarán los 50 invitados que asistirán al banquete. Eso sí, hicieron la reserva en un restaurante de Miajadas con un año de antelación «La comunión es como una pequeña boda», admite el padre.

El negocio de las comuniones se mantiene en plena crisis, aunque con presupuestos adelgazados. En los restaurantes notan una disminución en el número de comensales y en las tiendas de vestidos comienzan a detectar ciertos cambios de hábitos. «Hay familias que no se pueden costear un traje y vienen a que les arreglemos uno ya usado», comenta Ana Esther Vivas. Los arreglos, aclara, suelen hacerse en los vestidos de niña. «Las ventas de trajes de niño han bajado», añade. Ellos siguen prefiriendo el modelo de almirante. Y a ellas, ahora, les gusta llevar el fajín de la cintura de color. El precio medio de ambos diseños ronda los 300 euros en esta tienda.

La Unión de Consumidores de Extremadura (UCE) ha realizado un estudio sobre los gastos que implica este celebración para las economías domésticas. Según este informe, el coste medio del vestido de niña es de 442 euros, mientras que el precio del traje de almirante es de 296 euros. La UCE estima que una familia destina un presupuestos global de 2.700 euros a la primera comunión: 2.940 euros en la caso de las chicas y 2.593, en el de los chicos. La mayor partida se invierte en el banquete. Una comida con 30 invitados supone una factura de 1.425 euros (a 47,5 euros el cubierto).

«Notamos que el número de comensales ha bajado con respecto a otros años. Ahora solo se invita a la familia más directa y se miran más los precios de los menús», resume Belén Domínguez desde el hotel AH Ágora de la calle Parras. «Vienen con presupuestos muy ajustados. Desde hace dos años el número de comuniones ha descendido muchísimo», indica Jorge Portero desde el restaurante Nuevo Temis.

«Nosotros notamos la crisis en el día a día. Pero en las reservas de comuniones la cosa sigue igual», admite Juan Carlos Redondo, encargado de la Parrilla de Obispo Galarza. El 11 y el 18 de mayo, detalla, el establecimiento está al completo. Son los días de máxima ocupación en los restaurantes cacereños.

Francisco Javier Refolio, propietario del Corregidor, sí ha detectado que este año ha bajado el volumen de llamadas relacionadas con las comuniones. No lo ha hecho, en cambio, César Ráez, al frente del restaurante Torre de Sande y del Castillo de la Arguijuela. «Tenemos un número de reservas muy similar al del año pasado», ilustra. Aquí también se mantiene el número de comensales. «La verdad es que la cifra de invitados también es muy similar, puesto que son celebraciones cuyos asistentes pertenecen a la familia más directa», apostilla.

«A pesar de la crisis, los padres se resisten a dejar de celebrar», subraya la Unión de Consumidores de Extremadura en su estudio, donde aconseja comparar precios, ya que en el mercado se llegan a detectar diferencias de hasta un 70 por ciento entre productos similares. La actual situación económica también se ha dejado notar en el estudio fotográfico de Carlos Criado. «Es evidente», reconoce. «Las familias se están gastando lo justo. Y cada vez hay menos gente que contrata el reportaje fotográfico», señala este fotógrafo cacereño. El gasto en instantáneas y recordatorios en su estudio, ubicado en Colón, oscila entre los 175 y los 250 euros.

«Las abuelas pagan el traje»

Florentino Escribano, el sacerdote de la parroquia de Virgen de Guadalupe, siempre se ha mostrado muy combativo con los gastos superfluos asociados a esta celebración. Este año 130 niños harán la primera comunión en este templo. «Siempre aconsejo a las familias que hagan una fiesta familiar y sencilla. Y que los menores lleven trajes de calle para que puedan aprovecharlos después. Pero cuesta mucho convencer a las niñas para que renuncien a su traje de princesa», dice. «Las abuelas siempre se lo compran». Esta parroquia, muy vinculada a la población inmigrante de la ciudad, regala vestidos de segunda mano a familias sin recursos.

«A pesar de que las comuniones se asemejan -en cuanto al derroche generalizado- a las bodas, los padres deben tener en cuenta que, si bien las celebraciones matrimoniales suelen amortizarse con el dinero y los regalos que perciben los cónyuges, no suele pasar lo mismo con las comuniones», concluye la Unión de Consumidores de Extremadura.

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