Tres deportistas con gran experiencia

Los compañeros piragüistas aún no se pueden creer lo acontecido el pasado domingo en el azud del río. «Es la primera vez en España que ocurre un suceso así en aguas tranquilas», aseguraron desde la Federación Extremeña.

Los tres implicados en el accidente, que pertenecían al club pacense, eran deportistas con mucha experiencia. El fallecido, el militar Ángel García, de 44 años, pertenecía a la junta directiva del club. De origen gallego, estaba casado y tenía una hija de 12 años que también es aficionada al piragüismo.

Tanto él como Isabel L.C., de 45 años, la mujer que iba en la embarcación que volcó, se estaban preparando para participar en una maratón que iba a tener lugar este próximo sábado y que ha sido suspendida. Según manifiestan desde el Club de Piragüismo de Badajoz, Isabel ha participado en muchas competiciones.

Campeón de España

La otra persona que iba en la piragua accidentada, Salvador, de unos 50 años, que salió ileso, es uno de los fundadores del club pacense y según aseguraron desde el mismo, en su juventud fue campeón de España en este deporte.

Aunque en un primer momento se contó que los dos integrantes formaban un matrimonio, ayer las mismas fuentes confirmaron que son sólo compañeros. El marido de Isabel, así como sus dos hijos, también son socios del club pacense pero ese día no participaban en las actividades.

Por otra parte, desde la Federación Extremeña de Piragüismo explicaron que en este accidente, el tipo de embarcación es determinante: «En aguas bravas se usa un modelo de piragua que permite más agilidad a la hora de salir de ella o a la hora de que vuelva a ponerse del derecho. Además, los piragüistas de aguas bravas aprenden a salir de situaciones comprometidas con ayuda de las palas, no pasa lo mismo con los que practican en aguas mansas».

En cuanto a la experiencia necesaria que se requiere para empezar a navegar por el río, desde la Federación aseguran que con un curso de iniciación de quince días es suficiente. No obstante, «todo depende de cada persona puesto que hay algunos que en pocas horas aprenden a tener equilibrio».