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Tarazona entra en la sala de la Audiencia Provincial de Badajoz bajo la mirada del torero Javier Solís. :: C. M.
Tarazona se define como un 'peón' en el caso de las corridas de toros de Llerena
BADAJOZ

Tarazona se define como un 'peón' en el caso de las corridas de toros de Llerena

El empresario se exime de culpa en la suspensión de los festejos taurinos y alega que los organizó con la ayuda y supervisión del alcalde de la localidad

TANIA AGÚNDEZ

Viernes, 19 de abril 2013, 10:18

El empresario y promotor de espectáculos Agustín Tarazona Peguero se eximió ayer de toda responsabilidad en el daño causado por la suspensión de dos corridas de toros organizadas en Llerena en septiembre de 2005 y se definió como un 'peón' que actuaba bajo la supervisión y el control del entonces alcalde de la citada localidad pacense, Valentín Cortés (actual presidente de la Diputación provincial). Así lo expresó en la primera sesión del juicio oral que comenzó ayer en la Audiencia Provincial de Badajoz.

Tarazona está acusado de cometer un delito de estafa por la cancelación de los dos festejos taurinos que se deberían haber celebrado el 24 y 25 de septiembre de 2005 en una plaza portátil en Llerena. El dinero de las entradas que se vendieron no fue devuelto y los toreros contratados no recibieron sus honorarios mínimos, por lo que se le solicita que devuelva más de 130.000 euros. Además, por estos motivos el ministerio fiscal solicita una pena de ocho años de prisión y el pago de una multa de 3.650 euros.

El presunto autor de estos hechos explicó durante su declaración que fue contratado cuando tenía 18 años por el socialista Valentín Cortés, con el que contactó a través de un empresario de Almendralejo. Tarazona aseguró que el acuerdo se llevó a cabo pese a que el regidor sabía que el promotor no había tenido experiencia como organizador de eventos de esta naturaleza. «Yo trabajaba como peón de obra en Almendralejo y no tenía ni idea de toros. De pequeño vi alguna corrida, pero nada más. Pero fue el alcalde de Llerena quien me contrató como promotor de los tres espectáculos taurinos programados para la Feria de San Miguel de 2005 asegurándome que me iba a ayudar. Incluso el alcalde de Almendralejo le llamó para advertirle de que yo no conocía ese campo. El alcalde de Llerena me dijo que me iba a dar una subvención de 8.000 euros, aunque sólo recibí 4.000 euros. Con este dinero pagué el alquiler de la plaza de toros portátil», afirmó.

El joven empresario reconoció que se encargó de realizar algunas gestiones y trámites como el de contratar a los matadores que iban a torear en la feria, buscar la banda de música o contactar con las ganaderías. Sin embargo, destacó en varias ocasiones que en todos los casos actuó bajo el control y la supervisión del alcalde de Llerena o personal del Ayuntamiento. «Me decían todo lo que tenía que hacer, sin saber lo que era. Yo era una marioneta, estaba allí como un tonto. Es más, el alcalde me acompañó a los actos de promoción de los eventos taurinos. Las ganaderías y los toreros los escogió él. De hecho, fue él quien me facilitó los números de teléfonos para localizarlos», dijo.

Según manifestó, aceptó la oferta porque le pareció una forma de ascender y progresar económicamente. «Yo me metí en esto para ganar dinero y al final el que está perdiendo soy yo. No sabía cómo funcionaba este mundo, pero el alcalde me dijo que no preocupara porque él me iba a ayudar», agregó.

Según su versión de los hechos, de los trámites administrativos más complejos como el pago de tasas, licencias o los formularios, se encargó una gestoría de Almendralejo.

Así, Tarazona se responsabilizaba de cometidos más sencillos como la contratación de publicidad para las corridas de toros. Señaló que el dinero que consiguió por esta vía más lo que fue recaudando por la venta de entradas de las actuaciones programadas lo fue gastando en el pago de diferentes facturas. «Fui cubriendo gastos de viajes en taxi, comidas y otros asuntos. El día que empezó el festejo la gestoría me dijo que todo estaba en orden para celebrar los eventos. Yo no quería robar a nadie, sólo que se llevara a cabo la cita», aseguró. Por esta razón, aclaró, tampoco pudo entregar en aquel momento a Valentín Cortés el montante ingresado por dicha venta para que así el regidor pudiese hacerse cargo de los festejos.

Entradas vendidas

El 23 de septiembre de 2005 se llevó a cabo un espectáculo de 'Bombero torero' en la feria de Llerena. Sin embargo, la corrida de toros prevista para el día 24 se suspendió. «No se habían vendido las entradas. La cancelación del acto la solicité yo, pero las gestiones las realizó el alcalde», apuntó Tarazona. El día 25 tampoco tuvo lugar la corrida de toros. «Los toreros decidieron no salir si no se pagaban los honorarios mínimos del día antes», sostuvo.

Aunque el Ministerio Fiscal considera que Tarazona ocultó la suspensión de los eventos y siguió vendiendo entradas hasta el mismo día de la corrida «con la intención de lucrarse indebidamente», el acusado lo negó ayer. «Desde hacía dos o tres días antes no se vendían entradas», indicó. En cambio, dos de los afectados por los acontecimientos, el matador de toros Javier Solís y el entonces apoderado de José Antonio Canales Rivera, testificaron que vieron aquel fin de semana las taquillas de la plaza de toros abiertas y funcionando con normalidad.

El abogado defensor pidió que se le libere de todos los cargos que se le imputan, ya que sufre un trastorno límite de personalidad. Esta enfermedad se la diagnosticaron después de verse envuelto en este problema. «Desde que me puse en tratamiento y estoy en manos de psicólogos no he vuelto a involucrarme en cuestiones como la descrita», incidió.

La vista oral continúa hoy miércoles y se espera la comparecencia de Valentín Cortés.

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