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ANA B. HERNÁNDEZ
Jueves, 2 de mayo 2013, 10:32
No hace más de una veintena de días los acampados acordaron en asamblea intensificar la presión al Gobierno local del PP. Desde entonces es habitual ver a algunos de ellos en los actos protagonizados por los concejales del equipo de gobierno, más allá del alcalde, Fernando Pizarro.
Si en las primeras medidas de presión el alcalde era el objetivo de los acampados, ahora lo son también los otros miembros del equipo de gobierno. Tres de ellos lo comprobaron en la inauguración de la calle San Cristóbal. Los acampados concentrados en la principal vía de San Miguel exigieron medidas reales contra el desempleo a los ediles José María Nisa, José Antonio Hernández y Luis Miguel Pérez Escanilla, encargados de la inauguración de la citada calle.
Algunos más lo constataron el pasado fin de semana durante las fiestas del barrio del Rosal de Ayala. «Es lo que hemos acordado, intensificar la presión social y es lo que estamos haciendo; no nos queda otro remedio, porque están pasando de nosotros». Uno de los portavoces del Campamento Dignidad de Plasencia, Manuel Rodríguez, garantizó ayer que la medida acordada y puesta en marcha hace unos veinte días continuará en el tiempo. No obstante, aclara, que esa presión a los políticos se producirá en actos públicos y no en su faceta personal ni privada.
«Estamos decididos a conseguir los tres objetivos que nos hemos propuesto y, por tanto, debemos seguir con la acampada y con la presión social a todos los políticos que no están haciendo nada por mejorar la situación». Por este motivo han extendido la presión a todos los miembros de Gobierno local. «Porque dicen que apoyan nuestras reivindicaciones pero no vemos ningún hecho objetivo que nos demuestre que es así».
Por eso también no descartan llevar sus presiones ante los tres diputados de IU en la Asamblea. «Están permitiendo con su apoyo al PP que no se resuelvan las necesidades que hay y, por eso, cuando estemos en Mérida vamos a procurar que nos escuchen».
Porque son más de medio centenar las personas que ya han confirmado su participación en la marcha que este viernes, día 3, partirá en dirección a la capital extremeña. Se trata de otra de las medidas de presión acordadas en asamblea por el Campamento Dignidad
Se llevará a cabo del 3 al 9 de mayo y su objetivo es seguir reclamando las tres peticiones que llevaron el pasado 27 de febrero a una quincena de personas a iniciar la acampada en la ciudad del Jerte: una renta básica no inferior a los 600 euros al mes, un plan de empleo regional que suponga la creación de 25.000 puestos de trabajo y la paralización indefinida de los desahucios.
En este sentido, el portavoz del Campamento Dignidad recordó ayer que bajo el lema 'Marcha por la Dignidad de Extremadura', los parados recorrerán a pie y en seis etapas los 150 kilómetros que separan Plasencia de Mérida.
El objetivo es llegar a Mérida el día 9 de mayo, fecha en la que se prevé que el Parlamento extremeño apruebe la Ley de Renta Básica, cuyo anteproyecto de Ley ha sido calificado como el timo de Monago.
«Llegaremos ese día a la capital de Extremadura para reivindicar una renta básica digna y en contra de lo que quieren aprobar, que no es una renta básica, ni siquiera una renta mínima de reinserción, sino el timo de Monago», zanjó ayer Manuel Rodríguez.
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