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Una mujer pasea por Badajoz con una mascarilla para evitar los efectos de la alergia. :: HOY
Una primavera desafiante para los alérgicos
BADAJOZ

Una primavera desafiante para los alérgicos

Los niveles de lluvia y humedad registrados el pasado invierno han propiciado que haya un mayor grado de polinización en el aire, lo que agrava los síntomas Es uno de los peores años para las personas que sufren reacciones alérgicas al polen

TANIA AGÚNDEZ

Domingo, 5 de mayo 2013, 12:53

Son partículas pequeñas, pero incomodan a un gran número de pacenses. Aunque el polen es casi inapreciable a la vista, origina diferentes reacciones alérgicas a muchos ciudadanos. Este año la primavera es especialmente amenazante para los alérgicos, que ya están pendientes de los niveles de polinización que hay en el ambiente, que en esta ocasión son bastante más altos que otros años.

La estimación de los granos de polen por milímetro cúbico para esta primavera se ha duplicado con respecto a la anterior, lo que preocupa a los alérgicos. Estos niveles dependen de las condiciones climatológicas que se hayan dado durante el invierno. Este año los niveles de lluvia y humedad que se han registrado de octubre de 2012 a marzo de 2013 han sido muy altos, lo que favorece que germinen más plantas y por lo tanto haya una mayor concentración de polen. «Esto significa que las personas con alergia tendrán más síntomas que el año pasado», explica Gloria Jiménez, médico adjunto del Servicio de Alergias del hospital Infanta Cristina y alergóloga de la Clínica Alergoclinic.

Los mayores enemigos de los alérgicos pacenses son las gramíneas y el olivo, aunque la polinización de algunas malezas, como la artemisa, y árboles, como el plátano de sombra, también les afectan de lleno.

«El polen del plátano de sombra es bastante alergénico y es una planta muy extendida por Badajoz. Por ejemplo, están en el Parque de Castelar, en la avenida de Huelva, en San Francisco, entre otras muchas zonas. Lo ideal sería intentar instalar en los parques y jardines de la ciudad plantas ornamentales que sean poco alergénicas. Se trata de ir sustituyéndolas. El polen alergénico es el que vuela por el aire y las plantas cuya polinización se realiza a través de los insectos son las menos alergénicas», indica Jiménez.

Diversos estudios recogen que el 21% de la población sufre rinitis alérgica cuyos síntomas son principalmente el picor de la nariz, estornudos, mucosidad y sensación de obstrucción o taponamiento nasal, entre otros. Esta cifra ha ido en aumento en las últimas primaveras. «Todo apunta a que la tendencia seguirá siendo esa en los próximos años», destaca Jiménez.

Los motivos del incremento de la prevalencia de la enfermedad alérgica son diversos. Además del factor genético, influyen también otros aspectos como las circunstancias medioambientales o los factores infecciosos. «Por esta razón, a lo largo de la vida una persona puede desarrollar una alergia. Es cierto que es más frecuente que aparezca en las edades primeras de la vida. Sólo un 8% de los pacientes registran una curación espontánea», aclara la alergóloga pacense.

Más tiempo

No sólo cada vez son más las personas que padecen alergia sino que los afectados también la sufren durante más tiempo. No soportan los síntomas característicos de esta afección sólo durante la primavera, sino que empiezan a sufrirlos antes y después de esta estación.

Según manifiesta Jiménez, actualmente el 95% de los pacientes están polisensibilizados. Esto significa que registran reacciones alérgicas ante varios tipos de pólenes. El problema se agrava porque cada planta tiene un periodo diferente de polinización.

El ciprés, por ejemplo, es un árbol que poliniza en febrero. Posteriormente, aparece el polen del plátano de sombra, que poliniza en marzo. En abril, mayo y junio es el turno del polen de las gramíneas y en mayo el del olivo. La artemisa poliniza de febrero a septiembre. «Antes el paciente estaba sensibilizado a uno o dos pólenes, ahora lo normal es que esté sensibilizado a muchos pólenes. Por esta razón, está expuesto al malestar que genera esta dolencia durante casi todo el año. Además, los alérgicos también viajan, con lo que tienen que tener en cuenta los niveles de polinización del lugar al que van», advierte.

La rinitis se asocia con otras afecciones como la conjuntivitis, cuyas características son la rojez y picor de ojos y el lagrimeo.

Un porcentaje muy elevado de pacientes con rinitis desarrollan también asma, una enfermedad bronquial que se caracteriza por la obstrucción de bronquios y cuyos síntomas son la tos, la dificultad para respirar y la sensación de presión en el pecho.

Todas estas reacciones producen malestar a las personas que las padecen, llegando en algunos casos a interferir en su calidad de vida. «El rendimiento escolar o laboral de los afectados puede disminuir. Otros muchos no pueden ir al campo o hacer deporte al aire libre», asevera Jiménez.

Jiménez recomienda a aquellas personas que sufren algunos de estos síntomas que acudan al médico de atención primaria para que pueda ser valorada y, en el caso de que sea necesario, derivada al especialista.

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