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¿Qué ha pasado hoy, 13 de abril, en Extremadura?
Las primeras hortalizas y verduras empiezan a despuntar sore la tierra en los huertos . :: ANDY SOLÉ
Huertos sociales: pequeños tesoros verdes en tiempos de crisis
PLASENCIA

Huertos sociales: pequeños tesoros verdes en tiempos de crisis

Veinticuatro concesionarios cultivan ya los primeros ocho huertos sociales en terrenos del Psiquiátrico cedidos al Ayuntamiento

A.S.O.

Lunes, 6 de mayo 2013, 09:34

Sueñan con los frutos que recogerán este verano. En tanto llegan, toca trabajar. Pasar la motoazada, doblar el espinazo, plantar y cavar, ultimar el sistema de riego por goteo y mimar la tierra. Para que su afán no se lo coman las malas hierbas. Son los 24 usuarios de los 8 huertos sociales que la Concejalía de Medio Ambiente ha puesto en marcha en terrenos de la huerta del antiguo Psiquiátrico. Las brotadas vides que los enmarcan dejan constancia de ello.

Ellos son los afortunados poseedores de esos tesoros verdes que aprovisionarán sus despensas de verduras y hortalizas en poco tiempo. Dinero no les va a costar. Pero se lo sacarán del cuerpo. Los concesionarios de estos huertos ya se lo han tenido que trabajar. Nada ha sido, ni será, gratuito. Aquí no se habla de euros, sino de esfuerzo. Y lo que les queda de 'corte'. Tuvieron que pasar un curso y demostrar sus capacidades y ganas de ser hortelanos. Algunos son ya viejos conocidos del la azada, del zacho y del rastrillo y llegan cargados de experiencia. Otros son nuevos. Parados y jubilados ocupan además el tiempo.

Hay hombres y mujeres. Jóvenes y menos jóvenes. Todos activos. Sus huertos ya lucen cuidados, con las plantas incipientes, en los terrenos del Psiquiátrico Provincial cedidos por la Diputación al Ayuntamiento, a expensas de formalizar el trato con la rúbrica de un convenio .

Los nuevos hortelanos cultivan lotes de tierra compartidos, cortados en ocho suertes de 180 metros cuadrados de media y es explotada por tres 'cesionarios', como prefiere decir el concejal, Luis Miguel Pérez Escanilla. Cada una está dividida en tres partes iguales de entre 50 y 60 metros Aunque hay cultivos que han puesto en dos zonas comunes, como las patatas. Las judías, tomates, puerros, cebollas, lechugas, pimientos, berenjenas o fresas de cada parcela corren por cuenta de cada cual.

Tradicional y social

El concejal prefiere llamar 'tradicionales' más que 'sociales' a estos huertos. Porque su idea es la de es la de recuperar los de toda la vida en Extremadura. Aunque tengan un cometido claramente social: ayudar a la economía doméstica mediante el abastecimiento de productos a las familias de los usuarios, incluido el trueque entre ellos, y entregar el excedente a asociaciones u organizaciones sin ánimo de lucro. «Tenemos hortelanos desde veintipocos años hasta los 82», aclara el edil. Y casi un tercio de mujeres.

Ahora, agrega éste alternan el arranque del huerto con un curso teórico práctico de horticultura y prácticas tradicionales. En tiempos de crisis el huerto no es solo una válvula de escape para los largos días de los usuarios sin trabajo sino para los mayores que retoman el trabajo de antaño . Todos encuentran un medio de ahorrar en la compra y de poder sentir la satisfacción que produce disfrutar de los alimentos que uno mismo ha cultivado.

Salvador Alegría, tiene 56 años y es uno de los afortunados con estos tesoros verdes. Practica el 'huerting', como ahora se llama en el 'spanglish' de internet al boom de los huertos urbanos. Aunque estos estén más cerca del campo que de la ciudad.

«Me apunté a esto de los huertos porque estoy en el paro y era una forma de buscar un entretenimiento para ocupar el tiempo libre que tengo después de haber trabajado durante 30 años en una empresa como soldador». No es nuevo del todo. Recuerda que hace años ya tuvo una parcela con su huerto.

Pero ahora es diferente. No está solo. «Aquí entre unos y otros nos vamos arreglando», comenta. Otra faceta del carácter social de los huertos. La de la cooperación.

Él ha sembrado más o menos lo mismo que la mayoría y reconoce la ventaja del sistema de riego por goteo que tendrán finalmente montado. Ahorrará trabajo y agua. Está ilusionado y dice que en el curso aprendió cosas interesantes que desconocía, aunque tenga entre los compañeros verdaderos maestros. «Aquí hay personas que nunca han trabajado un huerto y otros que son agricultores de siempre», apunta.

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