El PP plantea alejar la depuradora nueva a 4 kilómetros de la ciudad

El Gobierno local ha decidido apostar por alejar varios kilómetros del casco urbano la nueva depuradora de residuales de la ciudad que construirá la CHT con ayudas de la UE. La decisión la tomó la Junta de Gobierno que recomienda a la Dirección General de Calidad y Medio Natural, de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, la alternativa técnica denominada A2, de llevar el emplazamiento de la nueva planta de tratamiento de residuales a unos cuatro kilómetros aguas abajo de Plasencia.

Se situaría en terrenos de Valcorchero, margen izquierda del arroyo de Las Berrozanas, próximos a su desembocadura en el río Jerte. Ésta se considera la ubicación más beneficiosa para la ciudad, tanto por su futuro mantenimiento y costes de explotación, «como por la idoneidad del emplazamiento y soluciones a los problemas endémicos que sufre el sistema», acabando así con los problemas de malos olores que sufren los residentes de la Serrana y del Berrocal.

La opción del Ayuntamiento supone un rechazo a la propuesta por la que se decantan los el estudios de la propia CHT, que plantean como la solución más adecuada, económica y técnicamente, la ampliación de la nueva estación de aguas residuales de Plasencia, a base de desmontes en terrenos anejos a la actual.

Más cara

Esta alternativa es la mejor valorada por los técnicos en el análisis multicriterio hecho por la CHT y su coste de ejecución material se calcula en 16.295.975 euros. Hacerla en la ubicación que desea el Ayuntamiento tendría un coste evaluado por CHT de 36.557.077 euros.

Utilizar este emplazamiento, ampliando y prolongando los colectores existentes, alega el Ayuntamiento, en la repuesta a una consulta hecha por la CHT, es, sin embargo, la alternativa más perjudicial para Plasencia.

Entiende el Gobierno local que si se decide por esta solución se perderá «una oportunidad única para liberar la fachada oeste de la ciudad, impidiendo para un futuro usos urbanos», y además quedará condenada «una ribera de gran belleza, que podría ser una excelente zona de esparcimiento ciudadano».

Con independencia de agravar el problema de malos olores que sufren las viviendas más cercanas y las que deberán construirse en los solares actuales y los que clasifique la revisión del PGM en ese entorno de la depuradora.

Este problema es, de hecho, esgrimido, por el Consistorio como argumento a favor de alejar todo lo posible la nueva depuradora, al reconocer a la CHT que durante años los residentes de viviendas del entorno, situadas a unos 210 metros de la planta actual de aguas residuales.

Estos, señala el Gobierno local en su respuesta a la CHT, «han venido sufriendo la emisión de efluvios pestilentes a la atmósfera, que en temporada estival se agudizan, provocando la contestación vecinal, ya que las medidas adoptadas hasta ahora, no han dado resultado».

Por ello, considera el Ayuntamiento que la evaluación de impacto ambiental de la nueva planta depuradora debe tener un alcance que garantice al cien por cien que la ubicación de la nueva estación depuradora «acabe de una vez y para siempre con estas emisiones nocivas que merman de la calidad de vida de los residentes»

No es esta la única razón por la que Gobierno cree lo más adecuado alejar varios kilómetros la depuradora sino que entiende que también es la mejor y la más beneficiosa opción para Plasencia porque el sistema elegido, tendrá unos costes de explotación del orden de los actuales, eso sí, sin contar con la inversión e impacto que supone construir por el encajonado cauce granítico del río un colector hasta la vega del arroyo Berrozanas a unos kilómetros de la depuradora actual.

Cono tímida alternativa para abaratar el coste de la inversión, el PP propone que si las condiciones orográficas o geohidráulicas lo permitieran y los ingenieros de la CHT aceptan, se podría reducir algo la distancia sin dejar la zona elegida, aunque teme visto el grado de tramitación del expediente no sea posible.