

Secciones
Servicios
Destacamos
PPLL
Viernes, 17 de mayo 2013, 09:33
Si Loquillo defendió el pasado miércoles en la Feria del Libro de Badajoz que un creador no puede vivir en su torre de marfil, que es esencial que entre en contacto con su público, Juan Manuel de Prada (Baracaldo, 1970) afirmó ayer en el mismo contexto que los encuentros con los lectores no son necesarios, «porque en otras épocas (como en el siglo XIX) los escritores eran personas anónimas». «Esto es algo propio de nuestro tiempo -continuó- porque tenemos lo que llaman la cultura de la imagen que impone ese acercamiento». Para justificar su reflexión, argumentó: «Las ferias de libros para tímidos como yo son difíciles. Lo único bueno o medio bueno que puedo tener son los libros, realmente como persona soy bastante deplorable. Siempre tienes miedo de defraudar al lector que se te acerca. El encuentro directo con él es duro».
Y añadió: «En el escritor hay una vocación de ermitaño más o menos reprimida, en mi caso poco reprimida. Soy bastante ermitaño, pero la época que nos ha tocado vivir nos exige ese contacto directo para el que me considero poco dotado. Pierdo mucho al natural. Te sientes fiscalizado, explorado, tienes la conciencia de que el lector está viendo defectos que si no te conociera, no vería».
De Prada vino a Badajoz a promocionar su última obra, 'Me hallará la muerte', ambientada en los años 40 y 50 y que viaja entre el Madrid de la época y la División Azul que partió hacia la Unión Soviética. «Hay una reflexión sobre la naturaleza humana, la corrupción y el mal», explicó.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.