«Si no cuidan ni limpian la zona se nos mete la mierda en casa»

«Esta parte de la ciudad es como si no existiese». Así resumen los vecinos de las calles Geranio, Chopo, Cardenal Fonseca y Tirso Lozano Rubio, ubicadas en Cerro de Reyes, el trato que recibe esta zona del barrio. Estas vías van a parar directamente al río Rivillas, cuyo paseo está acondicionado y preparado para los caminantes que quieran disfrutar de un agradable itinerario. Sin embargo, esta imagen de zona verde, limpia y preparada contrasta con la que se ve a pocos metros del cauce de este río.

En el área colindante al cauce existen varios solares en los que crecen la maleza y los hierbajos -algunos superan los dos metros de altura- y se acumula la basura. La suciedad domina estos terrenos que hasta hace unos años estaban ocupados por viviendas. Los inmuebles, afectados por la riada del 97 fueron demolidos por el Ayuntamiento de Badajoz. Ahora estos espacios están llenos de jaramagos que sirven de guarida para insectos, reptiles y roedores.

Los propietarios de las viviendas próximas a estos lugares se quejan del mal estado en el que se encuentran, ya que muchos sufren las consecuencias de esta situación. Por esta razón, piden al Consistorio pacense que elimine toda la vegetación de los solares y los acondicionen.

La insalubridad y los malos olores que generan las condiciones en que se encuentran estos solares producen muchas molestias a los vecinos. De hecho, ratas y serpientes se cuelan con frecuencia en los hogares de las personas que viven en las calles citadas anteriormente. «Si no cuidan ni limpian la zona se nos mete la mierda en casa», dice Hortensia Ferrera.

Josefa Farcón encontró la semana pasada una rata en el patio de su domicilio. Cuenta que logró sacarla de allí con ayuda de unos alicates. «Aunque no es la primera vez que me ocurre, me llevé un gran susto. Ya no puedo dejar abierta la puerta ni las ventanas de mi casa. Esto es horrible», manifiesta Farcón.

Algo parecido le ha sucedido a Manuel Núñez. Hace poco más de una semana halló una culebra de unos 60 centímetros de longitud en las escaleras de su casa. «Esto es muy frecuente. Estamos acostumbrados a ver ratas y serpientes por la calle, lo que es muy peligroso ya que hay muchos niños y personas mayores que viven por aquí», destaca Núñez.

Los vecinos destacan que cada año por estas fechas tienen el mismo problema (con la llegada del calor). «El año pasado sólo arreglaron dos de los solares, pero el resto se quedaron repletos de hierbajos y basura. Llevan así al menos dos años. Garrapatas y cucarachas es lo mínimo que puede salir de ahí», agrega Dionisio Pérez.

El mal olor es otro inconveniente que originan la maleza. «El otro día había un hedor muy desagradable. Debía de haber algún animal muerto en el solar», apunta Núñez.

El riesgo de que se produzca algún incendio en estas áreas también preocupa a los habitantes de la zona. «Las malas condiciones que presentan estos solares genera mucha inseguridad en el vecindario. En cualquier momento todo puede salir ardiendo. La amenaza será aún mayor cuando comiencen a secarse estas hierbas. Puede ser una desgracia porque los terrenos están muy cerca de los coches y las casas», coinciden los vecinos.

Los afectados sólo reclaman que la Administración local elimine la maleza y limpie los solares. «Hace un mes el Ayuntamiento anunciaba que iba a multar a los dueños de solares que estuviesen sin limpiar y arreglar. Sería bueno que esta institución hiciese lo mismo con los suyos. El ejemplo tiene que salir desde dentro», concluye Dionisio Pérez.