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A.A.
Lunes, 20 de mayo 2013, 09:37
Nelu Román sale de la sede de Comisiones Obreras, en pleno centro de Cáceres, donde el trasiego de gente que entra y sale es permanente. No falta gente en paro, pero no es tan sencillo encontrar a alguien que no tenga reparos en salir públicamente explicando su situación.
Entre los que no tienen inconveniente en hacerlo está este joven rumano cuyo nombre figura desde hace tres semanas en la lista de demandantes de empleo del servicio público extremeño. «Estuve trabajando como vaquero en una finca durante los últimos ocho años», explica Nelu, que en los últimos tiempos ha tenido que afrontar también una reclamación judicial por cuestiones laborales.
«Me gustaría hacer algún curso, a ser posible gratis, pero no he hecho nada porque lo que he ido encontrando hasta ahora no me interesa, porque la formación que recibes no tiene que ver con la materia a la que yo me dedico», comenta el joven rumano. «Tengo estudios de Veterinaria, y me gustaría hacer algún curso sobre inseminación artificial», añade.
A pesar de su disposición para seguir formándose, como un requisito importante para que aumenten sus opciones de volver a trabajar, tiene asumido que no será nada fácil encontrar un nuevo empleo. «Sé que será difícil», reconoce Nelu, que llegó a España hace ocho años y medio. Estuvo trabajando y residiendo en Aldea del Cano, donde mantiene una vivienda alquilada. En su caso, a la situación de desempleo debe añadir cuestiones pendientes de su último empleo.
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