La Policía Local lleva seis meses sin jefe y la plaza sigue sin convocarse

El 16 de mayo pasado era la fecha límite para que fuera sacada a concurso la plaza de superintendente jefe de la Policía Local de Badajoz. Ese día se cumplieron seis meses del fallecimiento de Juan José Venero, un período de tiempo en el que la jefatura de este importante servicio se ha visto afectada por la ausencia de una persona que ocupara el puesto de mando.

Desde que se produjo la vacante, la plaza de jefe viene siendo cubierta de manera provisional por el segundo jefe de la Policía Local de Badajoz, el intendente Antonio Nogales. Para muchos, era la persona llamada a suceder a Miguel Sardiña, primero, y a Juan José Venero, después. Pero el intendente de la Policía ha expresado en repetidas ocasiones y por escrito su renuncia a este puesto basándose en motivos personales y de salud, por lo que se hace necesaria la elección de un nuevo jefe.

El primero en dar pistas sobre el proceso que seguiría el nombramiento fue el ya exalcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, quien dijo a finales de enero que su deseo era elegir directamente a la persona adecuada para que ocupase el cargo de forma interina. «Se cubrirá de esta forma el tiempo que haga falta y, en su momento, se sacará a concurso la plaza definitiva».

La decisión parecía tomada, pero Celdrán dejó la alcaldía y su puesto fue ocupado por Francisco Javier Fragoso, que no se ha pronunciado sobre esta cuestión.

Quien sí lo ha hecho es el concejal delegado de la Policía Local, Alberto Astorga. Ayer expresó el deseo de que la plaza sea convocada con carácter interino en breve. «Hemos pedido autorización a la Consejería de Administración Pública de la Junta de Extremadura y estamos esperando que nos la dé».

El edil cree que la respuesta será positiva y a partir de ese momento se convocará la plaza con la intención de encontrar a un jefe que ocupe interinamente el puesto. «Esa función no sólo requiere conocimientos administrativos y técnicos, también es preciso un buen currículum y experiencia en el mando. Por eso creemos que lo más conveniente es preparar bien el concurso definitivo».

Con ese planteamiento, el superintendente interino tendría que competir en un nuevo proceso selectivo para quedarse definitivamente en el puesto.

Hasta ahí llega el posicionamiento del equipo de Gobierno del PP, pero el tiempo corre en contra de la Policía Local, cuya jefatura está siendo ocupada en precario por el intendente Nogales.

Las normas marco que rigen a las policías locales de Extremadura indican que la jefatura de un servicio como el de Badajoz debe recaer tanto en el superintendente como en el intendente y en dos inspectores.

De ese modo se garantiza la cobertura del servicio de forma eficaz, pero en el caso de Badajoz hay una gran laguna, puesto que sólo existe una de las figuras planteadas: la del intendente que ocupa provisionalmente la plaza de jefe. Por tanto, los otros tres puestos están vacantes.

Esa circunstancia hace aún más urgente el nombramiento del nuevo jefe, una plaza que el equipo de Gobierno desea cubrir, por el momento, de forma interina.

Las normas marco no rechazan esa posibilidad, pero tampoco la contemplan de forma expresa, puesto que prevén que entre el momento en el que surge la vacante y el momento en el que se nombra al nuevo jefe, esa plaza sea ocupada por el segundo jefe.

Al no contemplarse en la normativa autonómica la interinidad, debería aplicarse la normativa estatal recogida en el Estatuto Básico del Empleado Público, donde se permite mayor agilidad y rapidez en la elección, pero respetando los principios de publicidad, méritos y capacidad.

El PSOE de Badajoz ya denunció a mediados de marzo que no consentiría un nombramiento a dedo y pidió que se cumpliera la ley. Del mismo modo, advirtió de que sólo se disponía de seis meses para sacar la plaza a concurso, un plazo que caducó el pasado 15 de mayo. Lo único seguro hasta ahora es que los seis meses han transcurrido y no se ha hecho efectiva ninguna de las tres posibilidades: el nombramiento con carácter interino de una persona elegida 'a dedo' por el Ayuntamiento; la convocatoria de la plaza con carácter interino; o la convocatoria de la plaza con carácter definitivo.