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ANTONIO ARMERO
Sábado, 25 de mayo 2013, 11:32
La Montaña se prepara para la época de máximo riesgo de incendios forestales. La zona de mayor valor ecológico del entorno de Cáceres, la que concentra más masa vegetal, contará con un dispositivo similar al del año pasado, y que tiene como objetivo fundamental no tanto minorizar el riesgo de que surjan las llamas como mejorar los mecanismos de actuación en caso de que se declare un incendio.
Para ello, responsables del Ayuntamiento y la Policía Local están ultimando el protocolo de actuación para este tipo de incidencias, con el objetivo de ponerlo en marcha a ser posible el día 1 de junio, que es el que la Junta de Extremadura ha determinado como el de inicio de modo oficial de la época de máximo riesgo de incendios forestales en la comunidad autónoma. Habitualmente, suele prolongarse hasta el 1 de octubre, aunque no es extraño que se acorte o se alargue -normalmente en periodos de quince días- en función de las previsiones meteorológicas, que tanto influyen sobre el riesgo de que salte la chispa inicial en el monte.
El 'GPS del fuego'
Pasado mañana, lunes, los tres grupos políticos con representación en el Ayuntamiento de Cáceres abordarán este asunto. La concejala de Medioambiente les informará sobre las particularidades del plan de este año. Entre ellas está la división del mapa de la Sierra de la Mosca en cuadrículas, cada una de ellas identificadas con una letra y un número. Es un trabajo que hicieron en el año 2010 personal del Sepei (Servicio Provincial de Prevención y Extinción de Incendios, adscrito a la Diputación), el plan Infoex (el dispositivo contra los incendios forestales de la Junta), la patrulla verde de la Policía Local cacereña y del SIG (Sistema de Información Geográfica) del Ayuntamiento.
Ese mapa fue bautizado en su día como 'El GPS del fuego', y su utilidad principal es que facilita el trabajo de los servicios de emergencias que actúan habitualmente en caso de incendios. La previsión del Ayuntamiento es repartir entre los propietarios de fincas de la sierra de la Mosca tanto ese mapa como un folleto informativo con recomendaciones y pautas a seguir en caso de que vean fuego cerca.
Algo similar se ha hecho en los últimos tres años, siempre con el objetivo de minimizar el impacto del fuego en la zona más sensible de la ciudad desde el punto de vista medioambiental. El mapa de cuadrículas permite a quienes viven en la zona aportar a los miembros de los servicios de emergencia información detallada sobre el lugar en el que se localiza el fuego. Les basta con proporcionar el número y la letra del área en el que están las llamas.
El dispositivo implicará a personal del Sepei, el Infoex, la Guardia Civil (a través del Seprona, el Servicio de Protección de la Naturaleza), la Policía Nacional, la Policía Local y el Ayuntamiento. Representantes de varias de estas entidades ya han mantenido contactos en las últimas semanas, con la intención de ir perfilando el plan que se aplicará durante la época de máximo riesgo.
El operativo involucra a distintos departamentos municipales, entre ellos las concejalías de Seguridad Ciudadana y Medioambiente y el servicio municipal de Parques y Jardines. Entre las cuestiones a vigilar figura el estado de los caminos que salpican la Sierra de la Mosca. Entre finales del año 2010 y la primera mitad de 2011, un proyecto con cargo al segundo Plan E permitió arreglar seis kilómetros de varios senderos que atraviesan La Montaña. Se ensanchó y mejoró el firme en el camino del Portanchito, el de las minas de Valdeflores y el de la antigua cantera. Esta semana, el jefe del servicio municipal de parques y jardines ha recorrido todo el trazado de uno de los caminos que discurren por la zona conocida como La Solana, para verificar que se encontraba perfectamente transitable. En este sentido, se busca mantener la calzada libre de matorrales o ramas que puedan dificultar el tránsito de los vehículos de emergencia.
Para la campaña de este año, hay que tener en cuenta que el riesgo de incendio es excepcional en el caso de las superficies de pastos, debido a que durante la primavera ha llovido mucho más de lo habitual (tres veces por encima de la media histórica para la ciudad durante el mes de marzo). En las zonas más boscosas, por contra, el riesgo no es tan alto, ya que mantienen la humedad en mayor medida.
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