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¿Qué ha pasado hoy, 21 de abril, en Extremadura?
El delegado del Gobierno, la subdelegada en Cáceres, el comisario provincial de Cáceres, el jefe del grupo de estupefacientes y el jefe superior de la Policía Nacional en Extremadura. :: A.A.
Detenidos los 12 miembros de una banda que vendía droga en Cáceres capital y provincia
CÁCERES

Detenidos los 12 miembros de una banda que vendía droga en Cáceres capital y provincia

A la red le delató su vida lujosa: tenían una finca, tres chalés, 14 parcelas en La Vera, un apartamento en Almería, diez coches, 12 televisores y 30 móviles Objetos incautados

ANTONIO ARMERO

Viernes, 7 de junio 2013, 10:49

Sicarios que dan palizas, coches caros, chalés de lujo, armas con mira telescópica, un apartamento en la playa, teléfonos móviles de última generación, una placa de policía falsa, televisores de enormes pantallas planas, pistolas, persecuciones policiales a 200 kilómetros por hora, un pasajero de un vuelo transoceánico con droga en la maleta... No es una serie de televisión. Es Cáceres.

O era, mejor dicho. Porque los protagonistas de esas escenas ya han pasado por el despacho del juez, y porque todo ese material conseguido de manera ilegal ya no está en sus manos. Sus dueños eran los integrantes de una banda con sede en Cáceres y dedicada a la venta de droga tanto en la capital como en otros municipios de la provincia. La integraban doce personas de entre 22 y 50 años (ocho varones y cuatro mujeres), nueve de ellos pertenecientes a una misma familia. Los doce fueron arrestados entre los días 29 y 30 de mayo, en plena Feria de San Fernando. Los agentes ni siquiera tuvieron que ir muy lejos para registrar sus domicilios, porque varios de ellos vivían al lado de la comisaría provincial de la Policía Nacional, en la calle Pierre de Coubertin, en el barrio de Nuevo Cáceres.

'Operación Pardillo'

Las detenciones supusieron el final feliz de la 'Operación Pardillo', que ayer juntó en Cáceres al Delegado del Gobierno en Extremadura, la Subdelegada del Gobierno en Cáceres, el jefe superior de la Policía Nacional en Extremadura, el comisario jefe de Cáceres y el jefe del grupo de estupefacientes. Comparecieron los cinco rodeados de una parte de los objetos que los agentes se han incautado, y que hablan a las claras del tren de vida que llevaban los integrantes de la banda, la mayoría de ellos con antecedentes penales y con cierta antigüedad en los archivos policiales.

Fue precisamente eso, el lujo que rodeaba su día a día, uno de los factores que despertó las sospechas. Ninguno de ellos tenía trabajo conocido, y alguno cobraba la prestación por desempleo. Una situación laboral difícilmente compatible con algunas de sus rutinas, que incluían compras en establecimientos para clientela de bolsillo holgado. Los agentes de la comisaría cacereña de la Policía Nacional comprobaron que un vecino de la capital al que ya conocían había pasado a liderar un equipo de personas que había hecho de la venta de drogas su modo de vida. A partir de ahí, el grupo de estupefacientes profundizó en las investigaciones, que comenzaron hace más de un año.

De hecho, el año pasado se produjo una detención que ayudó en las pesquisas. Fue en el aeropuerto de Barajas, donde la Unidad Operativa de Vigilancia Aduanera arrestó a un hombre que acababa de bajar de un avión procedente de Venezuela. Al registrar su maleta, los agentes encontraron un doble fondo que escondía 2,3 kilogramos de cocaína. Era lo que en el argot policial suele denominarse un 'correo de la droga', es decir, alguien que recibe una suma de dinero a cambio de transportar la mercancía ilegal. Un segundo golpe a esta red se dio el pasado mes de noviembre, con la detención de tres personas que intentaban montar un laboratorio de elaboración de droga en La Mejostilla. Los tres arrestados fueron condenados a penas de dos a cuatro años de prisión.

De forma paralela a estos arrestos, desde la comisaría de la Policía Nacional en Cáceres continuaron los trabajos para tratar de identificar a los integrantes de la banda, que funcionaba de forma jerarquizada. Cada uno tenía un rol y cumplía una función, según detalló ayer Luis Ochagavía, comisario jefe en Cáceres. El cabecilla era «el que cerraba los negocios, compraba la mercancía -detallaron ayer los responsables policiales- e impartía las órdenes a seguir para la venta al por menor de la droga, así como para blanquear el dinero obtenido e ir poniendo las propiedades adquiridas a nombre de diferentes personas del grupo, para no levantar sospechas por el enriquecimiento del jefe».

La lista de propiedades que acumularon da una idea de lo fructífero del negocio. Tenían dos viviendas y un chalé en el centro de Cáceres, un apartamento junto a la playa en Almería, 14 parcelas repartidas por la comarca de La Vera y una finca de cinco hectáreas en 'El Pradillo' (entre la carretera de Medellín y la de Mérida) con dos chalés equipados con todo tipo de lujos, incluida una piscina de grandes dimensiones. No acaba aquí la relación de lo que la banda compró con el dinero procedente de la venta de droga. Su parque automovilístico incluía diez coches, entre ellos un Mercedes Clase E, tres Volkswagen Golf -uno de ellos equipado con un detector de radares ilegal-, un Honda Civic y un BMW 730. Varios de ellos estaban ayer aparcados junto a la entrada a la comisaría. Algunos lucían aún el cartel de 'Se Vende' junto a un número de teléfono móvil, y en el salpicadero del BMW era visible una tarjeta de las que autoriza a aparcar en los espacios reservados para personas con movilidad reducida.

Gusto por la electrónica

Además de casas y coches, la banda tenía predilección por la electrónica. Entre los objetos que ayer mostró la Policía Nacional había dos iPad, tres 'netbooks', siete ordenadores portátiles, cinco walkie-talkies, treinta teléfonos móviles -entre ellos varios iPhone-, una báscula de precisión, una videocámara, 26 llaves de coches y doce televisores de pantalla plana, varias de ellas de más de cuarenta pulgadas. En otra mesa, una escopeta de caza, tres pistolas cortas de fogueo, una mira telescópica, cartuchos y una placa del Cuerpo Nacional de Policía falsa. En otras dependencias, más todavía: varias motocicletas tipo KTM, una moto de agua y dos coches históricos restaurados (un Seat 600 y un Mini). Durante los registros domiciliarios, los agentes se aprehendieron de 20 gramos de cocaína, 30 plantas de marihuana, 150 gramos de marihuana en cogollos, 150 gramos de hachís en 'bellotas', 16 kilogramos de sustancia utilizada para 'cortar' la droga (principalmente ácido bórico) y diez mil euros en efectivo.

La investigación permitió comprobar que la red contrataba a sicarios para que «pegaran palizas a aquellos clientes que no pagaban la mercancía», especifica la Policía Nacional. Los doce detenidos serán acusados de cometer delitos contra la salud pública, la seguridad del tráfico y las personas, blanqueo de capitales, falsificación de moneda y pertenencia a organización criminal. Tras el arresto y la redacción del correspondiente atestado policial, los doce fueron puestos a disposición del juez, que decretó el ingreso de prisión de cuatro y la libertad con cargos para el resto.

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