Cambian el tipo de 'cliente' para seguir vendiendo droga junto a la Plaza Alta

La Policía Nacional informó ayer del desmantelamiento por segunda vez de un punto de venta de droga en los aledaños de la Plaza Alta, en Badajoz, además de la detención de una persona, un varón de 54 años de edad, acusado de un presunto delito contra la salud pública. La operación se desarrolló el viernes, sin bien la investigación arrancó hace varios meses cuando se detectó que uno de los 'puntos negros' de venta de sustancias estupefacientes existentes en el entorno de la Plaza Alta, que se había desarticulado con anterioridad, había reiniciado la actividad ilícita.

Según informó la Jefatura de Policía Nacional, los ahora investigados eran sobradamente conocidos por los agentes, ya que contaban con varias detenciones por los mismos hechos, siendo la más importante la ocurrida en el año 2006, en el que se intervino más de un kilo de heroína y hasta 130.000 euros. Todo ello, unido a la idiosincrasia de la zona en la que se ubica el domicilio desde el que se vendía la droga y a las medidas de seguridad tomadas por los moradores, dificultaba sobremanera el desarrollo de la investigación.

La primera medida de seguridad adoptada por los presuntos autores del delito fue el cambio de 'clientela' que frecuentaba el lugar. En las primeras ocasiones que fueron investigados los clientes habituales eran politoxicómanos, si bien en esta ocasión acudían al domicilio consumidores de fin de semana, gente con menor adicción y mejor presencia que podían pasar desapercibidos.

Otra de las medidas de seguridad era contar con 'aguadores', personas politoxicómanas encargadas de estar en los alrededores del domicilio para controlar a toda persona que llega al mismo, avisando a sus 'jefes' en caso necesario, todo ello a cambio de su dosis diaria de sustancia estupefaciente. A pesar de todo, el Grupo de Estupefacientes de la Policía Judicial de Badajoz, a través de vigilancias discretas y seguimientos selectivos, consiguió obtener los indicios racionales y pruebas suficientes como para imputar a los moradores del domicilio investigado un delito de tráfico de drogas, solicitando la correspondiente autorización de entrada y registro al juez.

Sobre las 23:30 horas del viernes, agentes del Grupo de Estupefacientes, en colaboración con agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana, procedieron a la entrada y registro del domicilio, encontrando a uno de los moradores sentado en el salón, delante de la mesa camilla, donde apareció la sustancia estupefaciente y los útiles necesarios para su venta, tales como una báscula, unos recortes de plástico y unas tijeras, procediendo inmediatamente a su detención como presunto autor de un delito contra la salud pública. En el registro se procedió a la incautación de 20,2 gramos de cocaína, 1,9 gramos de hachís y 2.800 euros en efectivo, así como 9 teléfonos móviles, un ordenador y tres vehículos, dos de ellos de alta gama.

Coches, apartamento, chalet

Durante la investigación también se pudo comprobar como el detenido, junto a su pareja, llevaban un alto nivel de vida, sin que ninguno de ellos tenga trabajo remunerado conocido, habiendo adquirido los vehículos intervenidos (valorados en unos 90.000 euros), un apartamento en un pueblo de la provincia de Alicante y una parcela en la Urbanización Atalaya de Badajoz donde están construyendo un chalet de dos plantas con materiales de alta calidad, todo ello puesto a nombre de los hijos de la pareja y otros familiares.

El detenido, con antecedentes, fue trasladado hasta dependencias policiales, donde tras la tramitación del correspondiente atestado, fue puesto a disposición de la autoridad judicial ayer lunes.