Secciones
Servicios
Destacamos
E. F. V.
Jueves, 13 de junio 2013, 02:05
El párroco del Gurugú, Vicente Martín, cree que la puesta en marcha de un comedor de verano en el centro social del Gurugú no sólo aportaría un beneficio económico a las familias con menos recursos, sino que repercutiría también en la formación de esos niños. «Si por la mañana hacen actividades y al final terminan comiendo, será una buena cosa».
Este sacerdote es consciente de las necesidades materiales que existen en la zona, puesto que su parroquia entrega alimentos a 170 familias a través de Cáritas. «Aquí viene un montón de gente pidiendo ayuda a todas horas. Ayer llegó una chica superangustiada porque debía dos meses de alquiler y temía quedarse en la calle».
Vicente Martín cree necesario dar respuesta a las necesidades materiales, pero también concede mucha importancia a las necesidades formativas y de promoción. «Hay familias de los Colorines en las que los niños se levantan tardísimo y no llevan una alimentación adecuada. Si van a desayunar a la asociación, luego se quedan haciendo actividades, y a mediodía se marchan después de comer, es evidente que se crearía un espacio educativo importante».
Cáritas del Gurugú cree que ese servicio mitigará en parte las dificultades que atraviesan las familias. «Estos días ha venido una chica que ha conseguido que le acepten la dación en pago de una vivienda que adquirió en la UVA en 2004. No tiene deuda con el banco, pero se ha quedado sin casa. Para esas familias, cualquier ayuda es poca», concluye Martín.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El mastodonte de Las Contiendas y las diferencias con un mamut
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.