

Secciones
Servicios
Destacamos
A. GILGADO
Lunes, 17 de junio 2013, 10:32
Las distintas plataformas del carril bici trazadas en la ciudad ponen a disposición de los ciclistas 25 kilómetros de uso preferente, pero en esta red hay vías de todo tipo a la que no le faltan obstáculos.
En el tramo de la carretera de Circunvalación que discurre bajo por la Alcazaba peatones, pedaleantes y corredores se disputan el ancho de la acera sorteando las farolas y las señales de tráfico. La concurrencia impide transitar con seguridad.
Desde la rotonda de los poetas hasta el cruce de la cafetería el Venero se repintó hace pocos meses la trama verde para dejar claro la separación de espacios. En este caso, hay anchura suficiente para separar los que van a pie y los que usan el casco, pero las invasiones se repiten constantemente. Hay ciclistas que se salen de la marca coloreada y peatones que no tienen en cuenta que pisan un espacio de preferencia ciclista. Carlos Barriga, el portavoz de la Plataforma Carril Bici de Badajoz, considera el cruce del puente de la Autonomía como uno de los puntos débiles por lo difícil que resulta sortearlo y gestionar después el volumen de ciclistas que se mueven entre tantos cruces.
En el otro tramo, el del paseo fluvial hasta el puente real, los inconvenientes tienen sólo carácter temporal por las obras que ejecuta Confederación Hidrográfica para conectar el pasillo superior con el nuevo parque que se termina junto al curso del río. Las bicis tienen que esquivar las máquinas o a las vallas de obra. En cuanto terminen los trabajos, el paso mejorará considerable: los peatones pasarán por abajo y tampoco habrá excavadoras o camiones. La solución, al menos, se aproxima.
Donde no se vislumbra es en la continuación hasta la zona deportiva de la Granadilla. Aquí los peatones van por la acera y las bicis tienen su área acotada junto a la calzada, pero el trazado se ha deteriorado. Cada pocos días queda inutilizado por las continuas inundaciones cuando revienta el colector.
La plataforma, que aglutina a más de doscientos ciclistas de la ciudad y a sus paseos reivindicación van más de 500, también le ha puesto la cruz varias veces y ha llamado la atención por el mal estado en el que se encuentra.
En el puente Real, paso obligado para los que van y vienen al campus universitario, el obstáculo a sortear tiene forma de árbol. La hilera de naranjos plantados en dirección a Valdepasillas invaden el paso de los que se mueven a pedales y les obliga a agacharse para no caerse con las ramas más bajas.
Invasiones de este tipo no son nuevas, pero ahora ocasionan más molestias porque hay más ciclistas que se mueven por las plataformas.
El cordel de la avenida de Elvas, el de Jaime Montero de Espinosa entre la carretera de Olivenza y Valverde, junto con el de la salida de Badajoz en dirección a Talavera forman el círculo más cómodo. En estas vías, sólo se suceden invasiones puntuales por los coches que aparcan en la carretera de la Corte a la hora del colegio por padres que esperan junto al Guadalupe.
También se puede calificar como tranquilo el de las Vaguadas. Con la obra de desdoblamiento se reservó holgura suficiente para una convivencia pacífica entre peatones, deportistas, bicis y mascotas.
Además de los problemas concretos en diferentes puntos, la red tiene todavía que solucionar su desconexión. En Valdepasillas, por ejemplo, la red se interrumpe en el puente y para abordar una de las avenidas con más tráfico, Sinforiano Madroñero, la opción más segura pasa por circular por la acera.
La alternativa la bendice la nueva ordenanza de tráfico, pero tampoco solucionan los problemas porque los veladores no dejan espacio para transitar con seguridad.
Los intentos por conectar el carril vienen de lejos. El Ayuntamiento maneja desde hace tiempo un ambicioso proyecto para conectarlo y triplicar su distancia.
Desde la plataforma creen que los esfuerzos se deben concentrar en promocionar el uso de la bici en la ciudad y en conocer los hábitos de los ciclistas urbanos y no tanto en los carriles. Explican, por ejemplo, que el de Jaime Montero de Espinosa, trazado con el dinero del Plan E, no fue muy acertado porque los ciclistas de la ciudad evitan avenidas de este tipo. En bici, los desplazamientos no son igual que en coche.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.