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Una operadora de Cruz Roja, entidad que prestó el servicio público hasta hace pocos meses. :: HOY
El Ayuntamiento asume la teleasistencia al completo
BADAJOZ

El Ayuntamiento asume la teleasistencia al completo

El Imserso dejó de pagar el 65% y el Consistorio ha sacado a concurso el servicio por más de 95.000 euros

A. GILGADO

Miércoles, 19 de junio 2013, 10:12

El Ayuntamiento se queda sólo en la prestación de la teleasistencia domiciliaria pública. El Imserso, principal pilar que sostenía el servicio con un 65% del presupuesto, clausuró hace meses su aportación y obligó a replantear el modelo. Antes pagaba el 35% y ahora tiene que asumir todo el coste.

El modelo compartido funcionó durante diez años y lo prestaba, como en la totalidad de municipios con más de 20.000 habitantes, la organización Cruz Roja.

En Badajoz hay 465 mayores que disfrutan de este servicio gratis o pagando una cuota mínima porque el verdadero gasto de mantenimiento lo asumía la administración.

Con el nuevo sistema y a pesar del abandono del Imserso no varía las condiciones de acceso ni se ha restringido el número de beneficiarios, dos opciones que se han seguido en otros ciudades. En Badajoz siguen siendo 465 mayores a los que el medallón de emergencias les sigue saliendo prácticamente gratis.

Sí ha cambiado es la entidad que presta el servicio. Ahora la responsabilidad recae en la empresa Eulen Sociosanitarios, que ganó el concurso abierto por el Instituto Municipal de Servicios Sociales al que se presentaron Cruz Roja, Quiavitae (vinculada a Mapfre) y Televida Servicios Sociosanitarios.

Según reza en la resolución, la adjudicación tiene vigencia en lo que resta de 2013 y 2014 por un importe de 95.752 euros, lo que supone un coste de 17,16 euros por cada terminal al mes.

La opción más económica la presento Cruz Roja, 16,50 euros por dispositivo al mes, pero en la puntuación final la empresa sociosanitaria consiguió 99 puntos frente a los 98,75 de la organización no gubernamental. La diferencia la marcó el protocolo de actuación que ambos presentaron en sus propuestas. La de Eulen consiguió cinco puntos, la máxima, y la de Cruz Roja, 4,75.

Aunque no ha conseguido Badajoz, la entidad ha resultado adjudicataria en el resto de procesos similares abiertos en ciudades extremeñas con más de 20.000 habitantes y de las dos diputaciones provinciales.

Aunque se desvincula del servicio municipal, la entidad sigue siendo una de las más solicitadas por los mayores de la ciudad que contratan de forma privada este servicio, una opción que cuenta cada vez con más usuarios. En los últimos años se ha multiplicado la oferta de empresas que lo prestan y de mayores que la contratan.

En Cruz Roja, por ejemplo, en el año 2010 había 275 usuarios y al finalizar 2012 el listado de personas mayores que pagaban por el dispositivo subió hasta 380. Un 30% en dos años.

Evolución

En estos años, el propio modelo también ha ido evolucionando y mejorando sus prestaciones.

El formato diseñado para que un anciano pulse el botón de una medalla colgada al cuello cuando se ve en un aprieto o en una situación de peligro ha ido ampliándose hasta convertirse en lo que los expertos llaman instrumento de respuesta proactiva.

Además de atender las emergencias, ahora los propios operadores llaman por su cuenta a los ancianos para preguntarles por su estado de salud y recordarles, por ejemplo, que tienen cita con el médico, que tengan en cuenta el cambio de medicación o recomendarles que no salgan a la calle con mal tiempo si sufre algún problema de movilidad.

En muchos casos, se trata de la única llamada de atención y preocupación que reciben.

El perfil de los que contratan también ha ido cambiando.

Los primeros años valió como instrumento concebido para octogenarios, ahora ya lo piden con sesenta, y más que una medida de urgencia tras una convalecencia médica o un problema de salud, les seduce la sensación de seguridad que consiguen con el pulsador. Saben que basta oprimir el botón rojo para que desde la centralita se pongan en contacto con la policía local o el 112.

También se ha reforzado las medidas de protección y los protocolos de seguimiento han reducido los tiempos de reacción ante cualquier imprevisto.

Cruz Roja, por ejemplo, pide a los beneficiarios que pongan una llave de la casa a su disposición para utilizarla por si tienen que acceder a la vivienda. Normalmente las dejan a algún vecino de confianza identificado por los operadores, pero en el caso de que la persona no tenga a nadie en quien confiar, la propia organización las custodia. En los tiempos de reacción, la respuesta resulta tan rápida que en un par de minutos el usuario tiene en la puerta de casa una ambulancia.

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