«No sacamos para pagar los puestos»

«Ya no agoniza. El mercado de Vegas del Mocho está muerto». Este es el demoledor diagnóstico que Emilio Santos, uno de los representantes de los vendedores ambulantes que acuden a la cita cacereña, hace del mercadillo. Desde que el pasado 3 de abril rechazaran en asamblea irse al Polígono de las Capellanías, están a la espera de que el Ayuntamiento les proponga otra parcela alternativa.

Pero parece que tendrán que seguir esperando. De momento. El concejal de Fomento, Jorge Carrasco, indica que todavía no hay fumata blanca. Es decir, los técnicos municipales no tienen sobre la mesa un nuevo un emplazamiento para el mercado franco, que en enero de 2012 se trasladó a Vegas del Mocho desde Ronda de la Pizarra sin el visto bueno de los vendedores, a los que nunca les convenció el cambio de lugar.

«Seguimos estudiándolo. De momento, los técnicos no me han dicho nada especial. Cuando das una propuesta, tiene que estar muy sopesada. Esto no se toma como un juego. Si se da el paso, se da con todas la consecuencias», admitió Carrasco, que prefiere no dar plazos para la toma de la decisión.

Una comisión integrada por seis vendedores se trasladó ayer hasta el Ayuntamiento para hacer llegar al concejal sus inquietudes. Pero el encuentro, finalmente, no se celebró debido a un malentendido en el concierto de la cita. El concejal pensó que se trataba de una reunión solicitada a título particular por José Manuel Morán, uno de los portavoces de los vendedores, mientras que los ambulantes interpretaron que el edil había aceptado la reunión para hablar en grupo del traslado del mercadillo y, de hecho, acudieron esperando escuchar una nueva propuesta por parte del concejal.

Cada día, peor

«Queríamos saber si el Ayuntamiento había avanzado en el tema. Aquello cada día está peor. Cada día tenemos menos ventas y más problemas. De hecho, ya hay muchos compañeros que no pueden pagar la cuota municipal porque no ganan para ello. No sacamos para pagar los puestos», lamentó ayer José Manuel Morán. Cada vendedor paga semanalmente 10 euros por cada módulo de tres metros contratado. Hay puestos que tienen varios módulos.

Tras el desencuentro de ayer, los vendedores permanecen a la espera de una llamada del concejal para una nueva reunión. Esta vez con una propuesta firme de traslado y abierta a todos los integrantes de la comisión de representantes de los ambulantes. Mientras tanto, insisten en una idea que ya conocen de sobra en el Consistorio. Quieren que se les permita instalarse de manera provisional en la urbanización Casa Plata (en la calle Cueva de Santa Ana) hasta que los técnicos encuentren una parcela definitiva. Pero el Ayuntamiento se cierra a esta opción porque descarta otro traslado temporal y por el rechazo mostrado por los vecinos de la zona.