Las comidas en el ferial resisten

Si en el Casco Antiguo no había tanto público como el esperado, en el recinto de Caya ayer a mediodía las calles estaban desérticas. Y eso que la ampliación de toldos y el microclima permitían pasear por el real sin asfixiarse. La estampa cambiaba dentro de las casetas donde se sirve comida. Hay a quien le sigue gustando la tradición de comer en la propia feria. Granja El Cruce o Tendido 22 fueron algunas de las que recibieron a numeroso público que acudió en familia o con amigos para disfrutar de alguno de los 'menús económicos', como ellos los llaman, que este año ofrecen los hosteleros.

Saben que competir con el Casco Antiguo a mediodía es difícil, un obstáculo al que hay que sumar, como no, la crisis, que este año ha dejado a mucha gente en casa y sin posibilidad de disfrutar de San Juan. La oferta son menús concertados entre 20 y 30 euros que incluyen entrantes, un plato principal, bebida y postre. Las reservas son habituales. «Martes, miércoles, jueves y viernes estamos a tope de reservas», afirmaba ayer Raúl Gómez, de la caseta de la Granja El Cruce, que apuntaba que las comidas empiezan sobre las dos y hasta la cuatro y media de la tarde está abierta la cocina. «Nosotros no hemos subido los precios desde que entró el euro», añadía. Cualquier técnica de marketing es válida para intentar salvar la feria.