El perro antidroga Llimi culmina con sobresaliente su formación en la academia

El agente Juan Carlos Gutiérrez -23 años en el cuerpo- y el pastor belga Llimi forman la unidad canina de la Policía Local de Plasencia, que entrará en servicio a comienzos del próximo mes de julio. Lo anunció ayer el concejal de Interior, José María Nisa.

«La entrada en servicio de esta unidad es posible una vez agente y perro han terminado la formación en la academia regional de Badajoz; y tengo que decir que Llimi ha logrado superar todo con sobresaliente», destacó ayer el edil popular.

La adquisición del animal se decidió en enero del pasado año. Entonces se incluyó una partida de 3.000 euros en el presupuesto. Sin embargo, la compra no se ha producido, por mil euros menos, hasta el pasado enero. El pastor belga Llimi se convertía así en el perro antidroga de Plasencia. Desde entonces hasta finales de este mes se ha estado formando, junto con su guía, en la academia de Badajoz. Pero la formación ya ha terminado, ha resultado un éxito según Nisa, y ambos están listos para empezar a funcionar como unidad canina. Lo harán a comienzos de julio una vez terminen un curso en Burgos que realizan estos días.

A partir de ese momento, Juan Carlos y Llimi realizarán funciones en el marco de las actuaciones de la Policía Local con el objetivo de recorrer fundamentalmente aquellos espacios donde tengan lugar concentraciones de jóvenes, aunque la unidad también participará en los controles de drogas que se realizan en la ciudad.

Llimi podrá detectar hachís, marihuana, cocaína y heroína. Y no en la fila de objetos en la que ha practicado junto a su guía hasta ahora, sino en cualquier persona -aunque en ese momento no lleve la droga encima-, en los edificios y en los coches, dentro y fuera de ambos. Siempre su forma de señalar la droga será en pasivo, se sentará al lado y lo indicará con la mirada. Entonces también Juan Carlos le premiará, porque para el animal la búsqueda de estupefacientes tiene que continuar siendo un juego. «El lo hará solo por su premio, por nada más», garantiza su guía y compañero, quien también ha practicado con el perro sobre el terreno desde que llegara a la ciudad, con paseos por diferentes lugares, con o sin aglomeraciones, para que Llimi no se encuentre extraño en ningún escenario de los muchos posibles y reales en los que estará desde julio.