La Junta sigue sin abrir el castillo, que se deteriora a pasos agigantados

Las principales torres del castillo de Luna, tanto la del Homenaje como la de los Cinco Picos (conocida también como de las Tres Esquinas), se encuentran en peligro, dado que están descarnadas en su cara sur, la que da para el paseo de las Laderas. La situación no es nueva, sino que el investigador Eugenio López Cano ya denunciaba el estado de las mismas en el año 2002. Este historiador ya criticó duramente que las autoridades no invirtieran en la conservación del monumento y se empeñaran en una faraónica imposible para construir una hospedería subterránea.

Han pasado 11 años de aquello y la situación ha empeorado gravemente desde que se cerrara el castillo a principios del año 2008 para las obras de la citada hospedería. Ahora se aprecia ya un agujero en el lienzo de la muralla exterior en las dos torres citadas. Eso por no hablar del interior, donde no existe mantenimiento alguno desde finales del año 2007.

Nefasto para la economía

La Asociación para la Defensa del Patrimonio (Adepa) denuncia que se hayan «enterrado 4,5 millones de euros en un edificio inútil», mientras la fortaleza «agoniza abandonada a su suerte», y «la economía de los establecimientos que tenían importantes ingresos por las visitas al castillo ha entrado en barrena». No en vano, desde que las obras de la hospedería obligaron a clausurar el principal atractivo de Alburquerque, han cerrado sus puertas dos establecimientos hoteleros y dos restaurantes. Sin embargo, pese a la demanda desesperada del sector, de Adepa, e incluso de los ediles del PP en la oposición alburquerqueña, la Junta continúa sin abrir el castillo. Por su parte, el Ayuntamiento no exige la apertura del monumento sino la finalización de la hospedería cuyas obras se paralizaron a principios de 2011.