Un varón se quema a lo bonzo para suspender el juicio en el que le pedían 200.000 euros

El hospital Infanta Cristina atendió ayer por la mañana a un hombre que sufrió quemaduras de primer y segundo grado tras rociarse con gasolina y prenderse fuego a las puertas del juzgado de lo Mercantil de Badajoz que está en la Urbanización Guadiana, un acto de protesta con el que logró impedir que se celebrase un juicio en el que un hermano suyo le iba a reclamar el pago de casi 200.000 euros.

Testigos de los hechos explicaron que la persona que se causó las heridas había prescindido de los servicios de su abogado poco antes del juicio y pretendía que se suspendiera la vista. Sin embargo, los funcionarios le informaron a las 12 del mediodía de que no estaba prevista la cancelación del acto judicial.

Al escuchar la respuesta, el varón salió del juzgado, se dirigió a su coche y cogió una botella con un litro de gasolina con la que presuntamente se roció la camisa antes de prenderse fuego.

Alarmados, los funcionarios cogieron un extintor del juzgado y lo rociaron para evitar que sufriera quemaduras graves. Luego fue avisada una ambulancia que trasladó al herido hasta el hospital Infanta Cristina, donde quedó ingresado.

Una persona que estaba en el juzgado explicó que las lesiones que sufría eran de primer grado «y si acaso de segundo grado», por lo que no revestían una gravedad excesiva. Fundamentalmente le afectaban la zona del pecho y los hombros.

En el juicio que ayer se canceló iba a ser vista la demanda presentada por el letrado Ricardo Suárez-Bárcena de Llera en representación de un vecino de Mérida que reclama a un hermano que justifique o devuelva casi 200.000 euros.

La demanda exige que rinda cuentas sobre el destino que dio a ese dinero mientras era administrador de una pequeña sociedad en la que participaban tanto el demandante como el herido.