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CRISTINA NÚÑEZ
Domingo, 30 de junio 2013, 10:30
Fernando Ramón Sánchez Moreno echa por tierra de un plumazo la imagen de los jóvenes que la crisis se ha encargado de fabricar: formados pero sin trabajo, emigrantes forzosos o abocados a vivir en la casa familiar hasta los 30 años. Poco futuro para una generación perdida. Él, sin embargo, no está en ninguno de esos supuestos, ni tampoco entre los jóvenes que, atraídos por buenos sueldos durante el boom constructor, dejaron pronto los estudios y prescindieron de la cualificación.
El pasado 14 de junio fue uno de los miles de trabajadores que estuvo pendiente del primer vuelo de prueba del Airbus A350-XWB, el nuevo avión de largo radio del fabricante europeo. Partió desde la localidad francesa de Toulousse y realizó un vuelo de cuatro horas por los Alpes.
Ingeniero aeronáutico, nacido en Cáceres, a sus 25 años trabaja realizando los planos de la sección 19 de la cola del avión. Más en concreto, en el timón de la cola vertical y de la cola horizontal. También interviene en la panza del avión haciendo lo que técnicamente se denomina como cálculo de fatiga, un fenómeno por el cual se valora la rotura de los materiales bajo cargas dinámicas cíclicas, que se producen más fácilmente que con cargas estáticas.
Fernando Ramón trabaja para la empresa sevillana Alestis, que subcontrata Airbus la realización de estos encargos que forman parte del nuevo modelo, que se pretende que esté en funcionamiento en 2014. Esta subcontratación de las dos piezas del avión (tanto de la 'belly fairing' como del Cono de Cola o Sección 19.1) da trabajo en España a unas 600 personas, y se prevé que se mantengan hasta el año 2017. El sector de la aeronáutica en España es relevante a nivel mundial.
Según explica Sánchez Moreno, el gran aporte tecnológico de este nuevo modelo es su fabricación en fibra de carbono, lo que logra un ahorro en combustible y permite 15.000 kilómetros de autonomía. Se trata, pues, de un modelo orientado a vuelos intercontinentales.
Las informaciones que aparecieron el día del primer vuelo experimental del Airbus A350 hablaban de que este modelo es el más moderno de su generación e intenta competir con el Boeing 777. Hasta ahora Airbus cuenta con 613 pedidos, frente a los 890 del Boeing 787, que vuela desde otoño de 2011. Sin embargo, el fabricante europeo espera acortar distancias. Según aseguran, su modelo es un 25 por ciento más económico en consumo de combustible, ya que está fabricado con materiales más ligeros. En particular, alas de 32 metros de largo y seis de ancho, que constituyen la mayor pieza de fibra de carbono jamás construida en aeronáutica.
Este joven, que estudió primero en el colegio Nazaret y luego en el Instituto de Educación Secundaria Hernández Pacheco, considera que el de la aeronáutica es un sector privilegiado, mucho menos afectado por la crisis que otros, aunque también sufre el zarpazo del decrecimiento económico.
«Antes, una vez que terminabas la carrera, podías colocarte en distintos sectores, no sólo en el aeronáutico; ahora es prácticamente imposible acceder al mundo de lo industrial».
Se considera un afortunado y cree que como actitud ante el paro o la situación económica actual es recomendable no desanimarse y hacer las cosas con pasión. «Hay que intentar trabajar en las cosas que te gusten, pero también hay que salir adelante, así que es conveniente trabajar en cosas que te salgan y te permitan salir adelante porque hoy en día no se pueden rechazar trabajos».
En su trayectoria académica, Fernando Ramón considera que ha tenido mucho que ver la formación que obtuvo en el Instituto Hernández Pacheco. «Cuando llegas a la universidad te das cuenta de que vas bien preparado, y en ese centro nos daban un sólida base». Recuerda que la alumna que obtuvo el premio estatal de Bachillerato era compañera suya, del mismo centro cacereño, por eso cree necesario que «se fomente la educación pública y que el sistema de becas permita estudiar a todo aquel que lo desee», independientemente de su nivel socioeconómico.
Él, por ejemplo, tenía nota suficiente para cursar Ingeniería Aeronáutica en Madrid pero optó por León por ser una ciudad más parecida a Cáceres, de un tamaño más manejable.
Cuando se le pregunta si, para llegar a su trabajo actual, hubo algo que hizo que su curriculum fuera más deseable que el de otros estudiantes brillantes y cuáles son los pasos a seguir para llegar a trabajar en un proyecto puntero internacionalmente, responde que hay factores básicos que se deben cumplir, como tener un buen nivel de Inglés, por ejemplo.
Además, en su caso cree que también tuvo mucho que ver su paso por el 'Air Cargo Challenge', un proyecto universitario en el que participaron universidades de toda Europa. Tuvieron que diseñar un aeromodelo y volarlo en una final que se desarrolló en Portugal. No ganaron, pero todo el trabajo realizado, sirvió. El estar en contacto con otros universitarios, el trabajo en equipo y la formación específica adquirida en aviones, fue algo muy valorado.
«Puedes tener muchos cursos o buenas notas pero al final lo que se valora es la competencia, saber desenvolverte con problemas reales».
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