Los Monges lamenta su olvido

«Somos parte de Plasencia, pero no lo parece». El presidente del PIR de Los Monges, Miguel Ángel de la Calle, quiere llamar la atención sobre la situación que atraviesa su urbanización. Hace cinco años que llegaron los primeros residentes. Hoy son 350 las familias, la mayoría jóvenes con niños, que viven en Los Monges. Sin embargo, nada ha cambiado en el PIR.

«Tenemos unos jardines que son responsabilidad del Ayuntamiento pero no los podemos utilizar; porque no se acondicionan para ello», asegura De la Calle. «Simplemente una vez al año vienen a desbrozar y no parece que este verbo y por tanto esta acción tengan mucho que ver con el cuidado y mantenimiento de un jardín».

Los residentes en el PIR lamentan su olvido, pero también se rebelan contra él. Quieren levantar su voz para que los responsables políticos entiendan que son vecinos de Plasencia y que, por tanto, tienen derecho a los mismos servicios.

«No puede ser que nuestros jardines no tengan nada que ver con el resto de la ciudad», reitera De la Calle. «Tampoco que la pista polideportiva más próxima la tengamos a más de un kilómetro en línea recta, en la barriada de Guadalupe». Ni que la iluminación brille por su ausencia, porque el robo de los cables dejó al PIR sin luz en zonas públicas y los vecinos siguen esperando la reposición.

«Necesitamos que nuestros jardines se puedan utilizar y también que se dote a la urbanización de zonas deportivas que posibilite áreas de ocio para los residentes en el PIR».

Miguel Ángel de la Calle reconoce que tenían la esperanza de que la urbanización mejorara en la revisión del PGM, «pero no vemos avance alguno». Por ello ha sido uno de los barrios que ha reclamado que se construyan en sus terrenos las torres de la huertas de la Isla. «Entendemos que es una forma de crecer, de ampliar el PIR y, por tanto, de favorecer que se acuerden de nosotros y se nos dote de algún servicio». Los Monges, limitado por la circunvalación sur que sus vecinos tienen que atravesar para alcanzar cualquier destino, cuenta en la actualidad con una pequeña tienda y una guardería gracias a la iniciativa privada.

«Queremos crecer porque está claro que el proyecto previsto en este PIR no parece que se vaya a hacer realidad de momento». De los siete bloques del llamado plan 60.000 se han construido seis, pero no se ha levantado ninguno de renta media y en el olvido ha caído también el centro comercial que se proyectó al inicio. «De esto nunca más se supo y sentimos más que somos una pedanía que un barrio de Plasencia».