«Prefiero ir en burro a vivir mal para tener un coche»

Andy Solé es fotógrafo del HOY en Plasencia y conoce bien la zona: sabe que en Las Hurdes piensan distinto y acierta con el lugar de la cita siguiendo las extrañas indicaciones del entrevistado: pasar un puente y mirar hacia atrás a la derecha. Nosotros actuamos con lógica cartesiana: miramos a la derecha antes de pasar el puente y nos perdemos.

Venimos a Nuñomoral a entrevistar a un señor que se llama Vilasio, pero al que todo el mundo conoce por Augurio, hasta el punto de que él mismo supo que se llamaba Vilasio el día que fue a hacerse el DNI. Vilasio es ceramista y hemos preparado un cuestionario adecuado para un alfarero tradicional de Las Hurdes. Nada más llegar, nos aclara que en Las Hurdes no hay alfarería y que él aprendió el oficio convaleciendo en un hospital suizo.

Esperábamos botijos, huchas, cántaros, tinajas y resulta que lo que Vilasio moldea son figuras de Bin Laden, de políticos corruptos, de jueces y de chicas fotógrafas que, al retratar, enseñan su ropa interior. Así que arrojamos el cuestionario a la papelera y asumimos, por fin, que esta es nuestra primera entrevista en Las Hurdes, sitio distinto.

-¿Pero vamos a ver, se llama usted Augurio o se llama usted Vilasio?

-Desde siempre me llamo Augurio. Me lo debió de poner mi madre. Una vez, un maestro me dijo que fuera corriendo a casa y le preguntara a mi madre si me llamaba Augurio o me llamaba Vilasio. Yo salí corriendo, pero a mitad de camino me detuve y me dije: «¿Qué tontería le voy a preguntar a mi madre?». Así que me di la vuelta y le comuniqué al maestro que mi madre decía que me llamaba Augurio. Mi sorpresa fue cuando al ir a hacerme el carné de identidad, descubrí que me llamaba Vilasio.

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