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Duelt entrena con un alumno en el gimnasio. :: G. C.
El 'wing figh' gana adeptos como defensa personal
ALMENDRALEJO

El 'wing figh' gana adeptos como defensa personal

Se trata de un nuevo arte marcial que permite a mujeres y hombres defenderse ante agresiones con poca técnica

GLORIA CASARES

Martes, 9 de julio 2013, 11:06

Cada día salen nuevas disciplinas deportivas al mercado. Siempre es positivo intentar que las personas cada vez realicen más actividad física. Poco a poco van llegando a Extremadura disciplinas hasta ahora desconocidas y una de ellas es el wing figh, un arte marcial. Aunque a muchos nos suene a chino, esta disciplina tiene cada vez más seguidores en la región por dos cuestiones básicas, la facilidad de su técnica y su utilidad en la defensa personal. Un gimnasio de Aceuchal cuenta ya con decenas de practicantes, llegados desde toda la comarca e incluso de fuera.

Este nombre impronunciable pertenece a un arte marcial, derivado del 'wing tsun', una modalidad que no requiere mucha forma física de fondo, como lo demuestra el hecho de que fue inventado por una monja shaolin para intentar defenderse de sus posibles agresores.

Estas características han hecho que en poco tiempo atraiga la atención no sólo de agentes de fuerzas de seguridad pública, Policía Nacional y Guardia Civil de varias poblaciones, sino también de policías locales que en sus horas libres deciden aprender esta técnica para su trabajo y por interés personal.

Son ya muchas las mujeres que ven la necesidad de aprender ciertas técnicas deportivas que les permita hacerse más fuertes físicamente de cara a hipotéticas amenazas, en definitiva, a saber defenderse y, claro, los niños tampoco se quedan al margen y también quieren aprender lo mismo que sus progenitores.

Además, el incremento en los actos delictivos de los últimos años en poblaciones pequeñas de la zona ha animado a muchos a prepararse en defensa personal, aunque sólo sea por mejorar su autoestima. Es el caso de un matrimonio de Almendralejo, que temerosos de que alguien les sorprendiera en su negocio familiar en algún intento de robo, decidieron mejorar su defensa personal, ejercitándose con este nuevo arte.

El wing figh es una modalidad del wing tsun, otro arte marcial de origen chino, que ha sido introducido en España hace unos años por Víctor Gutiérrez, un hombre que lo aprendió en Alemania. En Extremadura es Juan Antonio Duelt Lavado el que lo ha introducido en este gimnasio de Aceuchal, después de haberse formado desde los 9 años en todo tipo de artes marciales y defensa personal y policial.

Este policía local en Villafranca de los Barros, con un amplio curriculum de titulaciones de este tipo en su haber, a pesar de sus 31 años, es el que ha comenzado a instruir a decenas de personas de la comarca y cada día se suman más.

«Es como una defensa personal callejera». Así lo describe Duelt, que explica que se trabaja con armas como palos, puños, piernas y tanto en pie como en suelo, aunque siempre con el «máximo respeto al contrario», como la mayoría de las artes marciales. «Sólo se busca defenderse del contrario, no atacar».

«No tiene tanto protocolo como el kárate» y, además, tiene la ventaja de que la técnica se aprende con pocos pasos, «en poco tiempo te da la capacidad de defenderte».

Y ya se prueba con niños conflictivos de un instituto para iniciarles en wing Figh y motivarlos.

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