La nueva Fundación Tatiana inicia sus actividades en Cáceres

El Palacio de los Arenales fue el lugar donde echaron a andar ayer las actividades de la nueva Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, y en la que Cáceres va a desempeñar un papel importante, según deseo de sus patronos. Constituida en abril de 2012, y presentada públicamente hace apenas mes y medio, la Fundación posee en la capital cacereña el emblemático palacio de los Golfines de Abajo, y, entre sus proyectos, se encuentra la posibilidad de abrirlo al público, circunstancia que nunca se ha producido en el pasado.

El primer acto de la Fundación se centró en el medio ambiente, que es junto a la formación de la juventud y la investigación científica una de las tres áreas en las que pretende desarrollar sus actividades. En concreto, se celebró el curso 'Ética ambiental en el siglo XXI: repensar nuestras relaciones con la naturaleza', organizado por la Cátedra de Ética Ambiental de la Fundación.

El curso reunió en los Arenales, propiedad también de doña Tatiana, fallecida a los 88 años, y ahora reconvertido en hotel de cinco estrellas, a expertos y estudiantes procedentes de distintos lugares de España, quienes abordarán hasta el viernes la conservación del medio ambiente desde una perspectiva multidisciplinar. «El objetivo es ofrecer a los asistentes una introducción acerca de las corrientes y planteamientos éticos existentes en la conservación de la naturaleza, y su relación con la religión, la educación, la política y el desarrollo económico, según explicaron sus organizadores. La Cátedra de Ética Ambiental está dirigida por el profesor de la Universidad de Alcalá de Henares Emilio Chuivieco.

El secretario del Patronato de la Fundación, José Picón, destacaba ayer, por su parte, el hecho de que el curso «es la primera actividad y expresión de la voluntad de mantener vivos los vínculos históricos con su fundadora, descendiente de la conocida familia cacereña de Los Golfines».